Y es que los 50 se notan en estas cosas. No bebo, no fumo, cuido mi alimentación, tengo un estilo de vida saludable, pero… Cuando cometo excesos (como gritar cantando TODAS las canciones de los Hombres G en el concierto como si no hubiera un mañana), el cuerpo te recuerda la edad. Aunque si soy sincera, la garganta siempre ha sido mi punto débil. Desde pequeña el miedo a los exámenes me hacía estar afónica (cosa que no entendían mis profesores, sobre todo en los exámenes orales); cuando acataba sin rechistar lo que me decían, lo mismo (callarse las cosas no es bueno, con respeto todo se puede hablar); y, en multitud de ocasiones más, los nervios me iban a la garganta y de ahí a la afonía. Hace años que ya no sufro esos achaques (ya no me callo ni debajo del agua), pero está claro que mis problemas de cualquier tipo, en este caso de exceso de euforia, acaban en una crisis curativa. Y aquí estoy, reponiéndome de fiebres altas y dolor de garganta. Eso sí, tengo que agradecerles a Any y a Papá lo bien que me han cuidado, y lo bien que se han cuidado sin mí (fundamental para mi tranquilidad y curación). Y a todos mis gurús de los remedios naturales decirles que me lo he tomado todo: miel, limón, vinagre de manzana, jengibre, María Treben, agua de mar, CDS, Ferrum Phosphoricum, Oscillococcinum, agua por litros, probióticos, etc. He saqueado el cajón de remedios naturales de Any, jajaja. Aún así la fiebre fue muy alta y tuve que recurrir a la medicina alopática (para eso está), pero poca cosa, solo para controlar la temperatura. En fin, para mi cumpleaños había pedido un desayuno en la cama y creo que fuí muy inespecífica. Any siempre me lo dice.
Así que le vuelvo a pedir al Universo:
Pasar mi cumple en familia de forma saludable y amistosa, en casa, siendo todos felices y estando todo bien
Espero haber sido suficientemente específica esta vez.
Gracias a todos por desearme siempre lo mejor (en este caso recuperarme de una fiesta “juvenil” y febril).
@anayany.comweb