PURA VIDA

“¿Sabes por qué los ángeles tienen alas? Porque se toman todo a la ligera”. Marisa Navarro.

Comunicarse sin hablar, hablar sin pronunciar palabra. 

Sentir lo mismo sin saber cómo. 

Una conexión que va más allá de las palabras o la consciencia. 

Amor.

Any y yo, como todas las madres y sus hijos, nos comunicamos desde su nacimiento por sensaciones y a través de cosas diferentes al verbo, y nunca lo hemos perdido. Simplemente impregnamos de amor todos nuestros gestos cotidianos, viviendo cada instante en el momento presente. De esta forma no tenemos la sensación de que el tiempo y la vida pasan rápido, sin enterarnos de nada, sino que vivimos cada maravilloso momento como una bella experiencia interior compartida. 

Y esto lo extrapolamos a todas nuestras relaciones. Nosotras conectamos siempre desde las emociones, la sensibilidad y desde nuestro interior, aunque la otra persona no sea tan sensible. Ser empáticas, sensibles y estar centradas en el momento presente nos ayuda a ser libres en nuestra forma de vida. Vibramos y nos comunicamos desde el amor, el sentimiento y la emoción, y no solo con la mente o racionalizándolo todo. Dejamos de lado el centrismo del pensamiento, para que la vida fluya libre y así ser conscientes del todo. Seguimos optimizando nuestra relación, y por añadidura la relación con todo los que nos rodea, es mucho más sana, verdadera y pura en todo momento.

Hemos observado durante años que este amor nos da una capacidad diferente ante la vida, más presente y consciente. Practicamos juntas la meditación, cánticos, mantras, ejercicio físico pausado, etc. Hacemos juntas la terapia en el hogar de forma consciente, sintiendo y compartiendo nuestras vibraciones y uniendo nuestros cuerpos físicos y energéticos. Vivimos el aquí y ahora: disfrutamos del piel con piel, de la respiración, de escuchar los latidos del corazón, todo ello en silencio o con la ayuda de alguien más o de una música que nos ayude a  transitar sensaciones profundas. Esos instantes continuos y entrelazados nos lleva a disfrutar plenamente de la “pura vida”. Compartimos amor, emociones y nos conectamos espiritualmente en paz y desde la felicidad, mientras dejamos que la mente y los pensamientos cambien continuamente para aprender y adaptarse, pero sin influir en nuestra esencia. 

Al vivir todo esto, hemos llegado a la conclusión de que existe algo mucho más profundo e importante que la mera comunicación verbal. Nos sentirnos llenas dentro de nosotras mismas, en un continuo diario, al mismo tiempo que nos relacionamos con lo externo, aunque a veces no se nos entienda. 

Y por eso nos reímos mucho, porque existe una complicidad continua de gestos, expresiones, dobles sentidos, sensaciones, olores, caricias, amor… y ahí conectamos con la ligereza de la vida, con el amor infinito, la paz, la sensibilidad, el placer, el sentido del humor y la felicidad.

Las tareas cotidianas las convertimos en algo placentero y lo hacemos disfrutando de cada instante, viviendo el momento y no pensando en lo siguiente que tenemos que hacer. Cada momento juntas lo transformamos en algo mágico.

Aplicar este estilo de vida también cuando estamos sujetas a reglas sociales, ruidos del ambiente y la mente y conductas típicas, no es fácil. Pero darnos cuenta de la pesadez del ego, del pasado y del futuro, nos ayuda a regresar continuamente al ligero presente feliz. 

Y de ese amor sin palabras, nos enriquecemos mutuamente aunque no estemos ya unidas por el cordón umbilical. No es apego, es identificación como parte de un todo común. Por eso somos muy conscientes de que ese es el estado natural del ser humano. Pura vida, pura magia.

La misión de anayany.com es ver que “Sí se puede ser felices independientemente de las circunstancias”. Para ello, antes visulizábamos cosas concretas, pero ahora estamos abiertas a lo que venga, sabemos lo que queremos y lo cogemos y sabemos que todo tiene un precio y un por qué.  Por eso mantenemos esta energía amorosa que atrae a nuestra vida con lo que vibramos. Pero no queremos controlar desde la mente nada, ni cerrarnos a nada, solo fluimos. Todo lo que nos llegue lo rodearemos de nuestra energía de amor, y así se transformará en amor. Y no pensamos que es lo mejor, porque nuestros pensamientos no nos dejarían vivir de forma libre, seríamos esclavas de la mente. Preferimos que el amor cree desde la libertad.

Aprendizaje: Compartamos a diario el amor incondicional que nos tenemos, no solo con las palabras, sino con todo nuestro ser y dejemos que este amor impregne toda nuestra vida.

Aprendizaje: Compartamos a diario el amor incondicional que nos tenemos, no solo con las palabras, sino con todo nuestro ser y dejemos que este amor impregne todas nuestras relaciones.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#puravida

ACEPTACIÓN

“La aceptación es el amor incondicional a todo lo que es, incluidos nosotros mismos”. Any Pascual.

En la vida, evidentemente, muchas cosas de las que nos suceden no son agradables. Entonces solo nos queda una solución: aceptar que sea lo que sea, es lo que es ahora, en el presente. Y actuar en consecuencia, sin ponerle carga negativa a lo que nos toca afrontar, desde la información, el conocimiento y el amor.

Nosotras estamos en paz con todo lo que nos rodea, aunque por supuesto no tiene por qué gustarnos. 

Para mí tener una hija con una enfermedad “rara”, no es una realidad agradable, pero la aceptación del momento presente me permite mantener las energías más potentes: el amor, la paz y la felicidad. Esto me ayuda a estar bien en los momentos más relajados y poder llevar los más duros. 

Se trata de disfrutar el camino, de experimentar, estudiar y del despertar para desde el equilibrio no dejar nada, ni el pasado o ni el futuro, afecte y altere mi paz. 

Elegimos vivir en paz cada día. Sin sufrir de por vida, eso no va ayudarme ni a mí ni a Any. Así que elijo aceptar nuestra condición, crecer para poder encontrar un nuevo camino cada vez que lo necesitemos y ser felices, con nuestras circunstancias. 

Buscando cómo mejorar nuestras vidas y  aceptando la ayuda necesaria, todo lo orgánico que venga es aceptado. Como no somos diosas, no podemos cambiar los hechos, pero sí somos libres para elegir cómo afrontarlos y cómo vivir..

Por ejemplo puede ser que un “profesional” de la salud nos dé su punto de vista (sobre operaciones, órtesis, terapias…) pero si nos hemos informado y formado y no estamos de acuerdo con esa visión entonces buscamos una segunda opinión Eso puede tener a corto plazo consecuencias, muchos papeleos y explicaciones, por ejemplo, pero si queremos no sufrir, sabemos que tenemos que actuar para poder aceptar nuestra vida y no ir en contra de nuestro ser, porque a la larga puede ser mucho peor. 

Aceptar para nosotras es no luchar en la vida sino disfrutar del camino.

Aceptamos, actuamos y elegimos vivir despiertas, en paz y felicidad con nuestras circunstancias.

Aprendizaje: Busquemos nuestra paz para aceptar nuestra vida.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

SER FELICES

«Da un paso atrás, evalúa lo que es importante, y disfruta de la vida» Teri Garr.

Ser felices día a día para nosotras no se trata de perseguir un fin o de ser ilusas. Para nosotras se trata de ser conscientes de que siendo libres podemos elegir nuestro propio camino vital que genere felicidad. 

Para nosotras ese es el truco: aprender continuamente a “caminar” por la vida cambiante y ser felices con el mero hecho de estar vivas y ser libres. Todos los días damos las gracias por poder disfrutar de un día más y lo valoramos así.

Si pensáramos “disfruto yendo al cine” o “seré feliz cuando…” nos limitaríamos a disfrutar con ciertas cosas y momentos, no siempre, así que estaríamos poniendo la felicidad en algo externo, fuera de nuestro alcance. 

Ser felices para nosotras es algo distinto, no basado en algo en concreto. Es producto de estar totalmente presentes en lo que hacemos y disfrutarlo a tope. No ocultamos los problemas, ese sería un gran error, simplemente los aceptamos y cambiamos para tener mejores resultados. Aplicamos el principio de estar presentes para poder ser felices independientemente de las circunstancias. Disfrutamos de lo positivo que nos acompaña, porque nosotras creamos a diario nuestra propia felicidad, que pesa más que los negativos vitales y así tenemos nuestra mente en paz, sin hundirnos solo en problemas, aceptando las piedras del camino y creando relaciones, experiencias y expresiones de nuestros talentos y capacidades al servicio de los demás, que es lo que más nos genera felicidad. 

Disfrutamos de cada pequeña cosa: leyendo un libro, tomando el sol en la terraza o haciendo ABR. La llave del disfrute está en nosotras, en ser conscientes plenamente de lo que vivimos, y no en la consecución de un resultado o en hacer algo concreto. Al ser conscientes de la importancia de estar vivas, nuestra vida pasa a estar dirigida por ese SER que somos y no por cosas externas. Entonces sentimos que todo el universo vibra con nosotras en la misma frecuencia a pesar de las circunstancias.

Tradicionalmente siempre se nos ha dicho que para lograr una meta hay que poner mucho esfuerzo, y que al final, sólo al final y si el esfuerzo ha sido suficiente, se llega a alcanzar lo deseado. Nosotras hemos podido comprobar que eso es falso, ya que cuando basas tu felicidad en la culminación del deseo, esa experiencia se acaba en seguida y siempre queremos más. Por eso aprendimos a disfrutar del camino. 

Recordando nuestra vida, hace 11 años, yo era una Mamá Especial que no paraba en todo el día. Me tiraba horas y horas yendo y viniendo a terapias, pruebas, etc. pensando que cuantas más cosas hiciera, mejor estaría mi hija. En el mejor de los casos, tras forzar al máximo, llegaba a obtener algún pequeño resultado. Veía cumplido mi deseo y podía pensar que todo el esfuerzo anterior se justificaba. Pero los momentos de gloria pasaban, siempre había una próxima meta, así que volvíamos a empezar otra vez en un círculo vicioso. La tensión y el estrés eran continuos y no había tiempo para la felicidad. 

Ahora soy una Mamá Especial que ya ha pasado por todo eso, con una experiencia propia y con la información de cientos de Madres Especiales que han compartido la misma experiencia, y elijo una vida más tranquila. Ahora tengo la información, me formo continuamente y creo a diario mi vida con resultados mucho más satisfactorios y globales que cuando iba a decenas de terapias, médicos, colegios, etc. Descubrí que lo importante no es hacer muchas cosas, lo importante es decidir disfrutar del camino con mi hija, aunque eso externamente no se valore. Nuestra vida es plena, no exenta de problemas, pero llena de felicidad. He pasado de “hacer” a “ser” consciente, disfrutando de cada pequeña cosa que la vida nos brinda a la familia.

He cambiado y he podido comprobar que disfrutar de la vida está totalmente a nuestro alcance, ya sea como yo, haciéndole la terapia a mi hija en la calidez del hogar mientras escuchamos música y nos damos amor mutuo, o en la playa un buen día de sol o lo que cada uno elija libremente.

Nosotras elegimos ser libres para poder ser felices. Para disfrutar no hay que pedir permiso a nadie. Es una elección vivencial al alcance de todos.

Vive y ayuda a vivir.

Aprendizaje: En la simplicidad del día a día está la felicidad.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

CUIDÁNDONOS PROPIA Y MUTUAMENTE.

«Deja de luchar y comienza a construir». Leonid Blyum.


Soy una Mamá Especial así que conozco perfectamente el concepto de: cuidar al cuidador. Pero la realidad diaria es mucho más complicada que una buena intención tras una frase. 

Hace tiempo que me di cuenta de que para poder seguir años y años ocupándome de mi hija, necesito respiros, entretenimiento, mimitos y muchas cosas bonitas. Estar centrada en el cuidado de Any voluntariamente, no significa que no dedique tiempo también a mi cuidado y el de toda la familia.

Lo que sí tengo claro es que para pedir a los demás (pareja, familia, amigos, “Papá Estado”, etc.) que me ayuden, soy yo misma la que tengo que dar ejemplo con mis actos y cuidarme a diario.

Mi hija ya es una adolescente, y hemos llegado las dos a la buena situación actual gracias a los cuidados y amor mutuos. Está apunto de  ser una “gran” adulta dependiente y este es otro reto complicado: seguir gestionando un saludable estilo de vida. Así que hemos llegado a la conclusión de que es necesario aprender a pedir la ayuda que ahora necesitamos ambas, porque las cosas han cambiado. No es lo mismo el manejo de un niño que el de un adulto, ni física ni emocionalmente.

Lo que está claro es que como en cualquier familia nuestras necesidades son y serán  propias y reales, y por eso ya hace tiempo que hemos decidido tomar las medidas necesarias para poder cuidarnos juntas durante años.Cuidar de mí, igual que cuidar de ella, no es una opción, es vital para poder vivir felices y tener bienestar y calidad de vida. 

Por eso llevo años siendo consciente de que independientemente de las circunstancias, no debo sabotear a mi “yo” futuro pensando que actualmente  puedo afrontar la situación. Por nuestras circunstancias, los excesos presentes pasarán factura a mi cuerpo y a mi mente. Si no me cuido hoy, todo será más difícil luego.

Por eso en anayany.com queremos compartir que sí se puede ser felices independientemente de las circunstancias. Para ello necesitamos:

– Cuidados físicos. Somos conscientes de que las prisas las tienen los demás y no nosotras. Darnos cuenta de esto ha sido fundamental. Nosotras vamos poco a poco, de forma constante, consistente y consciente. Hacemos juntas los traslados, cambios de posición, comidas, baños, etc. Nos cuidamos mutuamente nuestros cuerpos y a través del trabajo de nuestra fascia nos mantenemos saludables. Tanto Any como yo realizamos ejercicios de forma pasiva o activa, relajadamente, y gracias a ABR podemos mejorar la condición de Any y mantener el mío.

– Vigilamos nuestro descanso. Respeto los ritmos de terapia en el hogar de Any para obtener el máximo avance sin forzar nada, de forma armónica y natural, y al mismo tiempo soy consciente de incluir en nuestra rutina periodos cortos donde yo me siento o tumbo durante 5 minutos para relajar mi fascia. Esto me hace recargar las pilas y poder seguir adelante. Ambas tenemos nuestros periodos de recuperación, y tenemos claro que, por ejemplo, un sueño reparador es el mejor de nuestros descansos. Pero como Any requiere de cuidados también durante la noche, siendo conscientes de nuestras circunstancias personales, elegimos la posibilidad de descansar también durante el día para evitar el cansancio acumulado de ambas, que puede traer consecuencias peores: reducción de la atención, concentración, memoria y menor  capacidad para organizarnos, irritabilidad, insomnio, etc. Un compromiso mutuo que hemos adquirido es dormir no menos de ocho horas. Asumir una carga de tareas excesiva o no descansar lo suficiente, puede jugar en nuestra contra, produciéndonos cansancio, tensión y nerviosismo elevado que quizás podremos sostener una temporada, pero no toda la vida.

– No descuidamos nuestra alimentación. Una buena alimentación es importante para una buena salud y una mejor calidad de vida. Comer alimentos orgánicos cuando tenemos hambre, evitar las comidas procesadas y llevar una dieta sana, equilibrada y variada, aporta a nuestro organismo todos los nutrientes necesarios para reponer energías y poder realizar todas las tareas. Le damos mucha importancia a poder sentarnos a comer y comemos de manera pausada. 

– Cuidados sociales. Necesitamos ayuda, no solo de familiares y amigos, también de los profesionales. Ellos nos  ayudan compartiendo la dura mochila de la responsabilidad en temas de salud. Aunque como somos conscientes de que ninguno somos dioses, nosotras nos responsabilizamos de todo lo que podemos. Compartir nuestros criterios y tener una atención adecuada, respetuosa y comprometida es para nosotras fundamental, ya que en el caso de enfermedades raras se trata de una larga relación con altibajos en temas de salud. Siempre hemos tenido claro que si no nos asignan la persona adecuada para el camino, solicitamos el cambio de atención, para que todos podamos ser felices. No estamos aquí para sufrir aún más por relacionarnos con profesionales apáticos o funcionarios de organismos públicos que pueden ayudarnos con temas de recursos técnicos, Ley de Dependencia, adaptaciones en el hogar, etc. pero no les gusta su trabajo y no disfrutan de ayudar a los demás.

– Cuidados emocionales. Nosotras oramos, meditamos y trabajamos nuestras emociones. Yo mientras cocino, limpio o le hago terapia a mi hija en el hogar, me encanta calmar mi mente y disfrutar de paz. Meditar para mí es como neutralizar positivamente los pensamientos incorrectos. Mi mente también necesita descanso. Por eso también practicamos técnicas de relajación o ponemos música a tope y a bailar como locas o hablamos con una buena amiga. 

Cuidar de nosotras mismas, independientemente de las circunstancias, es la mejor manera de vivir felices. Felicidad no es lo mismo que alegría (nos encanta la alegría pero no es lo mismo). La felicidad para nosotras es vivir aceptando, eligiendo y cuidando la vida que nos ha tocado vivir. Por eso podemos ser felices independientemente de las circunstancias.

Ninguna vida es fácil, todos sufrimos en algún momento por algún problema, pero nosotras hemos visto que el camino de la libertad nos permite ser felices. Aprovechemos el hoy para crear nuestra vida feliz y cuidarnos para poder disfrutarla.

Aprendizaje: Por un futuro mejor, trabajemos en un presente consciente.

#anayanay

#vidafeliz

#antifragilidad

#mamaespecialecolcologica

COMPROMISO COLECTIVO

“El sabio no atesora. Cuanto más ayuda a los demás, más se beneficia. Cuanto más da a los demás, más obtiene para él.” Lao Tse.

Nosotras somos conscientes de la impermanencia. Por eso dejamos ir, fluir… liberándonos de los apegos, materiales e inmateriales. 

Nada permanece fijo, todo pasa, lo mejor y lo peor. 

Por eso nos cuidamos siempre, a nosotras mismas y a los otros. No solo en momentos de dificultad. Siempre. Salutogénesis.

Y por solidaridad social, creemos que no debemos mostrar nuestro continuo egocentrismo humano al mundo, sino ser consciente de su presencia. Como seres vivos preferimos elegir vivir desde la solidaridad y cuidar también de los demás en todo lo que esté en nuestras manos. Colaborar.

Nuestros Maestros: la Pachamama y el Padre Sol. ¡Cuánto nos queda por desaprender a los seres humanos!

Como la propia Naturaleza, verificamos a través de nuestra propia experiencia la evidencia, para no dañar a nada ni a nadie. Y si lo hacemos por inconsciencia, rectificamos y aportamos soluciones para corregir nuestros errores. 

Empatizamos con todo, porque sentimos que somos TODO. Pero al  mismo tiempo, inevitablemente, nos identificamos con los seres más sensibles. Por eso no nos dejarnos llevar por la opinión general, sino por nuestra experiencia y las necesidades de bienestar propio y del otro.

Según nosotras lo vemos, formamos parte de un mundo para todos por un bien común mayor que nuestros sueños. Por eso creemos en el libre albedrío al mismo tiempo que en el destino, porque creemos que el amor común es el único que nos conducirá a una vida equilibrada socialmente. 

Sabemos que nosotras no tenemos sentido sin lo demás. Aportamos y nos aportan. Y sin todo, nada es lo mismo. Por eso no jugamos a ser Diosas y cambiar el mundo, sino que confiamos en ser la mejor versión de nosotras mismas para colaborar en el proyecto común que es la Humanidad como una parte más del Universo. 

Cuidemos lo Micro para fortalecer lo Macro.

Aprendizaje: Compromiso colectivo consciente.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz