Nunca es tarde para cambiar de “casa” y buscar un nuevo comienzo.
Crear un nuevo hogar y dejar que entren nuevas cosas.
Lo primero que me pregunté cuando yo me cambié de “casa” fue qué tipo de casa quería.
¿Sin techo, sin paredes, sin calefacción, sin cañerías, abierta a los elementos pero con un maravilloso jardín? Bueno, quizás pueda cultivar lechugas ecológicas y comer bien.
NO.
Quiero unas buenas paredes y un robusto suelo. El jardín es agradable pero primero quiero un lugar que me resguarde.
La falta de Educación Financiera es uno de los obstáculos más importante que estanca nuestro progreso y nos mantiene congelados en el status económico actual.
En otras palabras, el viejo paradigma económico es una cinta negra sobre nuestros ojos.
Pero esto puede cambiar, está en tus manos.
Adiós Freud, hola pensamiento positivo.
Juremos lealtad al pensamiento positivo y a la promoción de la felicidad; adiós al trauma y a la miseria como primer paso para el cambio.
Elige como ejemplo y “arquitecto” de tu nueva “casa” a alguien que tenga los resultados que tú quieres tener. Y pídele ayuda.
Si has elegido la “casa” equivocada al comienzo de tu vida, no importa cuanto inviertas en ella, ni cuanto esfuerzo hagas en mejorarla. La “casa” equivocada siempre será un lugar equivocado para ti… Pero siempre puedes elegir cambiar.
Tú eres el único responsable final de tu destino.
Eres tú quien tiene que elegir.
¿Quieres una “casa” nueva? ¿O quieres que todo siga igual?
Te invito a calcular tu éxito si empiezas en una nueva “casa” con unas paredes robustas y un suelo firme.
