“La humildad es andar en la verdad. Pues de nosotros depende”. Santa Teresa de Jesús.
Hay mucha mentira en el camino de la vida. Ya no es fácil fiamos. Por eso hay que recuperar el amor a la verdad. Y para eso hace falta mucha humildad.
Todo lo que es verdad es belleza. Es tan fácil de ver, aunque claro, solo los que viven de verdad lo ven. Porque la verdad jamás daña a una causa justa.
Cuando en nuestro sufrimiento previo al despertar interior nos aferramos a la verdad, es cuando comenzamos a andar. Por eso debemos practicar conscientemente la atención plena y aunque cometamos errores, levantarnos, aprender y no alejarnos de la senda. El silencio ayuda mucho a la verdad ya que el ser humano requiere de su conocimiento interior para vivir feliz.
Es tan fácil y bonito vivir de verdad, porque la verdad se nutre a si misma y cada vez nos da más verdad. Al contrario que la exageración y la mentira que no son buenas compañeras.
Pero cuidado, creerse en la verdad absoluta y apegamos a ella, transforma la verdad en un dogma que nos separa de la realidad. Un dogma que se instala fácilmente en nuestro pensar y que implica intolerancia. Que se detecta fácilmente porque piensa que las cosas están bien o mal en función de si están alineadas o no con nuestra visión. Los demás son buenos o malos siempre en función de si se comportan de acuerdo a nuestra conciencia moral.
Por eso es tan importante la Ética en nuestra sociedad, porque implica la predisposición permanente para hacer el bien, nos muestra que hasta lo que pensamos que es el ideal mas puro esta sujeto a nuestra percepción individual y subjetiva que nos conduce a pensar que nuestra opinión es la única verdadera.
Si queremos estar en paz, lo primero es mirar hacia nuestro interior y saber que si buscamos la verdad tenemos que empezar por SER nosotros de VERDAD.
No hay nada nuevo para enseñarle al mundo. Solo podemos experimentar la vida a nuestra manera, y nosotras hemos elegido a la verdad, la belleza y a la no violencia, entre otras, como compañeras para experimentar una vida plena.
«El amor al dinero es la raíz de todos los males» vs «La falta de dinero es la raíz de todos los males» Robert T. Kiyosaki.
Muchas veces, por nuestras creencias heredadas, aparecen observaciones del tipo: «tener dinero es algo sucio». Esto nos pone en la dicotomía de elegir entre vivir en la escasez, pensando que eso nos hará buenas personas o vivir en abundancia económica, siendo juzgados por los que desean esa libertad.
Para mí deshacerme del pensamiento de escasez fue muy fácil, a través de una buena educación financiera.
Any desde siempre es una persona muy espiritual, le encanta cuidarse, es una intelectual, le encantan las finanzas, escuchar un buen concierto… Ella es mi ejemplo de que se puede SER buena persona y CRECER en muchos campos diversos. Ella vive plenamente, sin juicios o creencias impuestas. Es libre, en todos los campos, y consciente de que mantenerse así requiere de ciertas elecciones, aunque su visión la tenga de forma innata. Se da cuenta de que los demás no tenemos esa libertad para vivir debido al condicionamiento social.
Sin embargo fue el gran Robert Kiyosaki, con su ejemplo, el que a mí me hizo despertar. Cuando acudimos al evento en Barcelona hace unos años., descubrí que alguien como “El Gran Gurú de las Finanzas” combinaba perfectamente todas las inteligencias en su vida: física, mental, emocional y espiritual.
Desde entonces veo el desarrollo pleno del ser humano como en el Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci: las proporciones equilibradas en todos los campos de la vida.
Desde aquel evento no pude separar la espiritualidad, la libertad, el bienestar y el control emocional. Todas son patas de una misma mesa que deben estar en equilibrio para que se mantenga en pie. Y de allí surgió anayany.com
No se trata de ser multimillonarios o monjes budistas o crudiveganos. Se trata de saber como crecer equilibradamente en todos los campos de una forma ascendente, como eternos aprendices en continuo cambio, para poder ayudarnos a nosotras mismas y a los demás.
Hay personas, como Any, que esta sabiduría la traen de serie, no saben vivir de otra manera, quizás por no haberse dejado influenciar. Y otras, como yo, que necesitamos desaprender y volver a aprender de maestros reales, para empaparnos de esa calidad y cualidades humanas para conseguir cierto grado de equilibrio.
El ser humano necesita, para vivir en el mundo actual, cubrir sus necesidades básicas con dinero, de ahí la importancia de tener una buena educación financiera como parte indispensable para ayudarse y ayudar a muchas personas más (gracias Robert por la lección).
No podemos vivir solo a base de AMOR, COMPROMISO y FELICIDAD… necesitamos alimentos, un techo y cuidados. Y todo eso en el siglo XXI se adquiere con dinero. Crecer en la parte económica no es una opción, es una necesidad básica. Y SER consciente de que solo se puede mejorar nuestra situación económica con una correcta educación, es despertar y ver la realidad. TENER la experiencia y los conocimientos para ser libres es una opción que podemos elegir.
Apliquemos a todos los ámbitos de la vida nuestro SER. Si una pata cojea es hora de plantearse lo que estamos haciendo de forma incorrecta e informarnos, formarnos y experimentar con esa parte que nos frena en nuestro crecimiento GLOBAL. No se trata de ser perfectos, se trata de tener calidad de vida y ganas de compartirla con los demás en forma de cualquier tipo de ayuda: tiempo, dinero, etc.
Sólo cuando SOMOS CONSCIENTES de que tenemos un problema, podemos buscar una solución. Si nos cuestionamos nuestro estado vital y tomamos acción para cambiar lo que nos perturba, con ese estado de consciencia y un poco de conocimientos y experiencia, más educación financiera, seremos capaces de tomar mejores decisiones sobre nuestros recursos económicos y optimizarlos independientemente de cuál sea nuestras circunstancias.
Para nosotras, nuestro desarrollo pleno conlleva, entre otras cosas, recorrer en paralelo nuestro camino hacia la libertad financiera, el control emocional, el bienestar físico y nuestro lado espiritual. Porque tener educación financiera ayuda a ordenar, valorar, priorizar, visibilizar y concretar nuestras vidas, nos ayuda a nosotras mismas para después poder ayudar a los demás y nos libera de la angustia, la frustración y el desánimo que nos podrían producir los problemas económicos.
Aprendizaje: Utilicemos nuestras experiencias y conocimientos para tener una vida plena, compartiendo la experiencia con los demás y ayudando a resolver problemas.
“Eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo” Jim Rohn.
Así que es fácil para nosotras elegir. Elegimos el “buen rollito”.
Disfrutamos de las energías de los que nos rodean, y así podemos adoptar una actitud más positiva y sentirnos más felices aún.
Rodearnos de gente optimista y entusiasta tiene un efecto motivacional y muy energético. Y desde luego cambia nuestra propia vibración.
Aprovechemos la bonanza de los que nos rodean para estar más inspirados y felices para continuar el camino.
A veces el mundo puede ser un lugar difícil, por lo que es indispensable contar con la ayuda de la gente que está a nuestro alrededor.
Las personas que nos inspiran y motivan, las identificamos no solo porque son felices, sino porque tienen un don, para no tener simplemente un buen día, sino para hacer que el día sea bueno. Además siempre nos aportarán valores y conocimientos, ya sea a nivel intelectual, emocional o espiritual.
La energía que tienen las personas se acaba contagiando y ser positivos motiva a esforzarnos y a valorarnos más también. Así que todo son ventajas.
Al SER, atraeremos las buenas vibras de otras personas, y viceversa. Eso sí, es importante ser siempre uno mismo.
Y no olvidemos que la felicidad es contagiosa, por lo que nunca debemos dejar de sonreír. Incluso cuando no tengamos ganas, no olvidemos que una simple sonrisa mejora el estado de ánimo.
Sonriamos a los demás en el día a día y sonriámonos también a nosotros mismos.
La positividad se da y se recibe y puede hacernos sentir más felices en nuestra vida.
Gracias Yo Soy. Elisabeth Giner, gracias chicas, por el fantástico ratito este maravilloso domingo de verano.