NUESTRO CUERPO ES UN ALMA-ZEN DE ENERGÍA

“La energía disponible es el objeto principal en juego en la lucha por la existencia y la evolución del mundo.”Ludwig Boltzmann.

Aprendamos a escuchar lo que necesita nuestro cuerpo para estar sanos y felizmente vivos.

Nuestro cuerpo físico es el contenedor de lo que somos y por lo tanto su cuidado es muy importante. Nuestro cuerpo contiene nuestra vida, cuidémoslo bien.

Si maltratamos nuestro cuerpo, no tendremos un buen alma-zen. La mente se nublará y no seremos capaces de avanzar en el camino, por mucho que lo intentemos.

Respetemos nuestro cuerpo. Habitemos gentilmente dentro de él, causándole el menor daño posible…

Y seamos conscientes de que el cuidado y amor propio es un aprendizaje que dura toda la vida. Durmamos bien y lo suficiente. Comamos bien pero no mucho. Bebamos agua pura y energetizada. Movámonos y seamos conscientes de la importancia de nuestra salud corporal. 

Tierra es mi cuerpo. Y las raíces energéticas de las PLANTAS de los pies nos unen a ella.

#anayany

#almazen

#vidafeliz

SOMOS ÚNICOS E IRREPETIBLES.

“Cada ser humano tiene una combinación única de inteligencia”. Dr. Howard Gardner, Teoría de las Inteligencias Múltiples.

El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, aunque nosotras preferimos hablar de CAPACIDADES O INTELIGENCIAS MÚLTIPLES.

Todo ser humano que tiene desarrollada la CAPACIDAD DE AMAR, enseguida se da cuenta de que todos somos diferentes, pero todos iguales. Todos aportamos a esta vida y todos somos maestros para alguien y aprendices de todo y todos. Todos tenemos capacidades diferentes, y las discapacidades no nos definen a nosotros, sino a quien se fija en la escasez de lo pequeño y se aleja del beneficio de la abundancia.

Nuestras distintas capacidades nos hacen seres complementarios. Por eso, para vivir una vida saludable, feliz y pacífica necesitamos rodearnos de personas que cultiven otras capacidades diferentes a las que nosotros tenemos más desarrolladas, así nos enriquecemos y nos acercamos a la unidad, al TODO, al AMOR INFINITO.

Any es nuestra gran Maestra. Ella nos ha acercado de nuevo a nuestras capacidades dormidas. A la capacidad de ser flexibles, activos y adaptables; de poseer un alto nivel de conciencia para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás, y para afrontar y superar el dolor del despertar; así como de enfrentar y trascender el sufrimiento, los miedos y otras sensaciones negativas, mediante la resiliencia. Ella nos ha enseñado a no ver “discapacidades”, sino posibilidades. Ella ha sido el punto de encuentro, entre nuestra inocencia dormida y nuestras propias capacidades aletargadas por el tener y hacer, para ser felices con nuestras circunstancias. Ella nos muestra día a día el valor de SER inocentes, desde nuestra esencia perdida en la niñez, no sintiéndonos culpables. Así reconocemos lo que éramos, y elegimos libremente volver a conocer nuestra esencia, al reconocernos. Ella nos ha mostrado la importancia de una buena formación que transforme y no deforme, y con ello que nos ha transformado. Nos ha enseñado a ser aprendices de TODO mostrándonos el valor de la vulnerabilidad (sin resistencia: “yo acepto, como el agua fluyo” y así soy antifrágil) y de la humildad y de la sencillez (frente al complejo de inferioridad o superioridad). Nos ha enseñado a comer (saludablemente), a vivir con ritmo (sin esfuerzo), con control emocional (sin represión), a cuidar los pensamientos (aquietando la mente) y a recuperar nuestra espiritualidad (aceptando nuestras propias diferencias de un modo trascendental para alcanzar la sabiduría interior).

Reconocer que todos tenemos capacidades diferentes es un síntoma de inteligencia. Vivamos respetando las diferencias que nos enriquecen a todos. Eso nos hará aprender las bondades de saber que en la diversidad está el crecimiento y la sabiduría. Si reconocemos esto sabremos DAR, SER Y ESTAR, y nos daremos cuenta de que los que estábamos limitados por nuestras capacidades, actitudes y pensamientos éramos los que nos creíamos capaces.

¡Feliz día de la DIVERSIDAD!

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#DiaInternacionalDiscapacidad

MAMÁS CUIDADORAS.

“Nuestros hijos no necesitan “supermamás” ¡Necesitan Mamás Felices!”. Del libro “Mamá sustentable” de Sonia Castro.

El 5 de noviembre es una fecha especial. Es el Día del Cuidador, un día para que todos seamos conscientes de las millones de personas que somos cuidadoras los 365 días del año. Un abrazo de oso para todas las Mamás Especiales Cuidadoras y para todas las personas que nos ayudan a diario, de cualquier manera, para poder dedicar nuestra vida a cuidar a nuestros hijos desde el amor infinito. Hoy gritamos más que nunca: ¡SÍ SE PUEDE SER FELICES CON NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS!

Todos podemos encontrarnos en nuestras vidas con un rol para el que en un principio no estamos preparados: cuidadores en el hogar. Las Madres Especiales somos orgullosas Cuidadoras. Mujeres del siglo XXI, muy activas e inquietas a la hora de ayudar a los demás, que nos sentimos bien y seguras de nosotras mismas, con mucha energía y con una sabiduría de la vida que nos permite afrontar las cosas con fuerza y que aceptamos, además, el rol de ayudar a nuestros seres queridos acompañándolos en su camino.

Solas, en pareja, con más o menos ingresos y formación, como colectivo presentamos unos rasgos que no están pasando desapercibidos ni en nuestro entorno ni para los médicos, rehabilitadores u otros profesionales que interactúan con nosotras. Somos las últimas responsables de los cuidados de nuestros hijos.

Cada vez tenemos más peso para la industria, ávida de nichos de mercado: ortopedias, adaptaciones, salud, etc. Ya somos un grupo muy numeroso, grandes consumidoras de todo lo relacionado con la rehabilitación, la nutrición, el cuidado personal, etc., lo que crea oportunidades de negocio y nos da relevancia social. De ahí que ya nos tengan en cuenta como un grupo muy importante de consumo, incluso de apoyo a los profesionales de la salud, y por fin nos consideran en la sociedad necesarias para el cuidado de parte de la población, tanto de nuestros familiares más jóvenes con necesidades de apoyo en la vida diaria, como de nuestros mayores, que forman una población cada día más representativa.

Somos mujeres de hoy en día, valientes, lúcidas y comprometidas que rebosamos proyectos, energía y seguridad en nosotras mismas.Hemos decidido mantener o no nuestro trabajo, pero siempre hemos elegido cuidar de nuestros hijos, hermanos, padres, etc. Tenemos también otras identidades: esposas, trabajadoras en casa y/o fuera de ella, estudiantes, profesionales…, aunque dedicamos nuestra vida en su mayor parte a ser cuidadoras, haciéndonos cargo de nosotras mismas y de quienes más nos necesitan, desde el respeto, el conocimiento de quien aprende de la experiencia y, sobre todo, desde el amor infinito.

Por motivos políticos y económicos, todavía nos vemos obligadas a no tener descanso, y a ser creadoras de nuestra realidad para costearnos nuestra formación, las terapias y los apoyos. Sin embargo celebramos la plenitud de ser orgullosas cuidadoras de quienes nos necesitan para seguir adelante.

Afrontamos nuestra situación con la mirada de las mujeres talentosas, mujeres que deseamos que los profesionales que tratan a nuestros familiares nos hablen de igual a igual, y lo más importante, los y nos respeten y traten con humanidad.

Somos personas que disfrutamos de lo que hacemos, pero somos conscientes de que necesitamos ayuda para mantener nuestra energía, salud y libertad. La ayuda de TODOS: familiares, profesionales, amigos, etc.Sabemos poco de todo y mucho de “mundología” porque tratamos con mucha gente en el entorno del cuidado familiar. Hemos vivido muchas experiencias (tanto enriquecedoras como duras) y, lo mismo hemos estado horas y horas en las salas de espera de un hospital, que hemos ayudado a que nuestros hijos, por ejemplo, logren hitos que ni los profesionales se pueden creer.

Somos mujeres modernas, y como tales desarrollamos nuestro crecimiento personal, profesional, emocional y espiritual. Tenemos una vida feliz con nuestras circunstancias y estamos llenas de ilusiones. Hemos tomado las riendas de nuestras vidas, sabemos pedir ayuda si la necesitamos y aprendemos cosas nuevas todos los días mientras aplicamos nuestros cuidados desde el amor incondicional, la generosidad infinita y la esperanza de mejorar la vida de la familia.

Las circunstancias vitales de cada una de nosotras son diferentes a todos los niveles (económico, social, etc.) pero lo que nos une es más fuerte que lo que nos diferencia. El AMOR. Sabemos lo que es darlo todo a cambio de nuestra mejor recompensa, una sonrisa.

No somos ni maestras, ni enfermeras, ni fisioterapeutas, ni logopedas, ni nutricionistas… aunque ejercemos de todo ello a diario. Somos las mejores alumnas de las formaciones que nosotras mismas nos pagamos o simplemente seguimos adelante sin ayuda a base de ensayo y error. Somos grandes investigadoras buscando lo mejor para la vida de las personas que tenemos a nuestro cargo, y aprendemos rápido a buscar soluciones a los problemas que nos surgen en el camino.

Esta es la vida y lucha de Muchas Madres Especiales que hemos decidido cuidar de nuestros seres queridos.Solo espero que un día como el de hoy, cuando alguien se cruce con nosotras (conocidos, familiares, profesionales, personal de la administración, etc.) vean a las mujeres que somos: bellas por dentro y por fuera, formadas, capacitadas, en continuo crecimiento y orgullosas de nosotras mismas y de nuestras familias.

Lo que sí hemos aprendido desde el primer día que ocupamos el rol de cuidadoras es que, aunque sea muy duro, hoy será otro día para disfrutar de la compañía de los seres que más nos quieren y a los que más queremos en la vida: nuestros hijos.

GRACIAS.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

#ABR

RECETA DE PAN DE MUERTO SIN GLUTEN por Any Pascual.

“En el día de muertos(…) Preparamos esta comida y todo es para que la familia se reúna”. Abuelita Elena en la película “Coco” de Disney.

¡Es una alegría conseguir adaptar una receta tradicional! ¡Y he conseguido una buenísima de Pan de Muerto! Así que la quiero compartir con todos vosotros por si en vuestras familias hay miembros con intolerancias o alergias, así podrán disfrutar de esta deliciosa tradición. 

Se trata de una receta tradicional mexicana, y yo la he adaptado para que sea un pan ecológico, sin gluten, lactosa ni soja; y formará parte de mi ofrenda del Día de Muertos.

Este pan se llama así porque lleva por encima unas tiras en cruz que simulan los huesos de un muerto y una bola que representa su corazón. Yo le tengo mucho respeto a las tradiciones del Día de Muertos, así que lo he hecho con todo mi cariño. 

PREPARACIONES PREVIAS:

Poner los anises en agua una horas antes.

Poner el aceite de coco a temperatura ambiente, que se derrita.

Masa madre de un par de días

INGREDIENTES BIO: 

250 g de harina de maíz

75 g de azúcar de coco

1 cucharita de stevia en polvo

4 gotas de stevia líquida

40 g de aceite de coco

2 huevos grandes

140 ml de bebida de avellanas tibia

Ralladura de naranja

50 g de agua de anises

Una pizca de canela

Una pizca de sal

Y 50 g de masa madre hecha con harina de arroz

IDEAS PARA LOS TOPPINGS (yo los añado después de hornear).

Coco rallado

Margarina de coco

Mermelada de arándanos

Extra de ralladura de naranja

PREPARACIÓN:

El primer paso es hacer una masa, para eso ponemos en una mesa un papel de horno eco y encima toda la harina con un hueco en medio.

Ponemos en la harina: el azúcar de coco, la pizca de sal, la stevia, la ralladura de la naranja y el aceite de coco derretido y vamos agregando uno a uno los huevos, integrándolos con todos los ingredientes.¡Y a amasar con las manos! ¡Es lo más divertido!

Después continuaremos añadiendo la bebida de avellanas, la canela y el agua de anises. En este punto debemos amasar hasta que veamos que la masa se despega de las manos (dependerá de la temperatura que haga).

Una vez que veamos que la masa se despega, del papel de horno y de nuestras manos, la abriremos y agregaremos la masa madre. Entonces debemos amasar y amasar hasta conseguir una masa suave y elástica. Este amasado es la parte que supone más trabajo.

Después de amasar muy bien estará lista para fermentar.

En un recipiente de cristal engrasado, yo utilizo AOVE ecológico, pondremos la masa, tapada con papel eco de horno, y ¡a fermentar durante 4-6 horas! O hasta que veamos que la masa dobla su tamaño. Al ser masa madre este proceso lleva mucho más tiempo que en la receta tradicional.

Pasado ese tiempo es hora de formar los panes. Yo formé 4 panes medianos y otro trozo de esa misma cantidad para los huesitos en forma de cruz y el corazón de los panes. En sí me salieron 5 cachitos de masa.

Para hacer los panes boleamos la masa y los 4 panes los colocamos en la bandeja de horno con papel para que no se agarre.

Es momento de hacer las tiras para los huesos y las bolitas para los corazones que van sobre los panes. Para ello dividimos la masa en trozos más pequeñitos. Hacemos los huesos colocando sobre la masa los dedos índice, medio y anular y movemos hacía delante y hacía atrás. Con esta técnica se hace la forma de huesitos. Lo siguiente es colocarlos sobre el pan en forma de cruz y también hacer las 4 bolitas que colocamos donde se cruzan los huesos. 

Una vez que tenemos el pan de muerto montado, tapamos con un trapo y lo dejamos reposar durante 8-10 horas hasta ver que los panes han crecido otra vez. El tiempo de fermentación de la masa dependerá del clima en donde estemos. Te recomiendo no destapar la bandeja.

Una vez que los panes ya hayan doblado su tamaño los horneamos a 180º durante 25 minutos.

Veremos que los panes están listos cuando tomen un color dorado. 

Los dejamos enfrían por 10 minutos, y después ponemos los toppings.

Son unos panes muy especiales.

Truco de Any: Hornear al mismo tiempo un par de manzanas para que las bases de los panes queden caramelizadas y crujientes con el líquido que estas desprenden.

Espero que os guste mi receta, y veréis que si la seguís paso a paso los panes os saldrán deliciosos.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

#misrecetas

HIPERSENSIBILIDAD A AGENTES EXTERNOS

“Los agentes perturban, los elementos nos ayudan” Leonid Blyum.

Esta vez, en el Curso de Formación de la Terapia Motórica que le hacemos en el hogar a Any, ABR, Leonid Blyum, su creador, nos dio su visión, basada en el estudio y la experiencia, sobre la reacción de Any con determinados AGENTES EXTERNOS.

Nos gustaría compartir este concepto con todas las personas que puedan preguntarse por qué sus hijos, sus conocidos, familiares, etc., tienen reacciones aparentemente “exageradas” frente a ruidos, luces, moscas, etc. 

Si este texto puede ayudar a alguien más a conocer y aceptar estas situaciones, bienvenido sea. Normalmente no hacemos este tipo de post, pero hoy lo consideramos importante. Con información SÍ SE PUEDE.

Los seres humanos interactuamos con el medio que nos rodea. En esta interacción hay elementos naturales que no podemos cambiar (viento, lluvia, etc.) y AGENTES EXTERNOS más o menos molestos dependiendo de nuestra sensibilidad y atención.

Entender cómo decide el cerebro a qué debe prestar atención puede ayudarnos a entender, a respetar y a actuar con naturalidad cuando algunas personas tienen ciertas reacciones atípicas. 

Como padres podemos observar claramente como algunos niños, frente a estos agentes, pierden el control, deciden aislarse y no interactuar con lo que está pasando a su alrededor. Otros sin embargo, como Any, la reacción que tienen es de focalizarse inevitablemente en ese agente extraño, y les resulta insoportable ese mosquito, ese sonido de moto, etc.

Siempre que nos enfrentamos a una situación nueva, cada detalle (cada luz, cada cambio en el tono de voz de una persona…) parece significativo. Sin embargo, a medida que ganamos en experiencia, y comenzamos a integrar esos estímulos aprendemos a modularlos y a entender cuál es importante y cuál no en relación a la respuesta que debemos dar en relación al entorno, lo que hace que el cerebro integre los fragmentos en un todo y le dé sentido a la información general. De esta manera, el cerebro domina un desafío y se mueve al siguiente, manteniéndose en estados fluctuantes entre alerta y relajación. 

En nuestros niños existe una curva de aprendizaje diferente, donde el cerebro se centra en detalles que conforman patrones específicos, no viendo o integrando el contexto en general. 

Toda percepción es un ejercicio de construcción de modelos, de hacer predicciones y ver si se hacen realidad. 

El cerebro de nuestros hijos pone énfasis en las diferencias entre las expectativas del modelo que construye y los datos sensoriales. Mientras otras personas podemos atribuir el sonido del claxon de un automóvil a una variación aleatoria en un entorno sonoro de una ciudad y desconectarla o aislarla porque no es relevante en ese momento, en el caso del cerebro de nuestros niños, cada bocinazo se percibe de manera consciente. 

Karl Friston, neurocientífico de la University College London, ha desarrollado los fundamentos matemáticos de la teoría de la codificación predictiva dentro de la reconocida Nueva Neurociencia o Neurociencia Moderna.

Las personas confiamos tanto en las expectativas de nuestro cerebro porque nuestras percepciones van más allá de la realidad. Gran parte de lo que hacemos, desde tocar las dieciséis notas en la guitarra hasta ajustar nuestra postura corporal sucede más rápido que los 80 mili-segundos que nuestras mentes conscientes necesitan para registrar información y actuar sobre ella. De esta manera el cerebro siempre está anticipando lo que viene después; genera un modelo del mundo, toma decisiones sobre esa base y actualiza el modelo basándose en la retroalimentación que le brinda la información sensorial.

Predecir y actualizar no son actos conscientes, ya que el cerebro construye sus modelos en múltiples niveles subconscientes. 

Por ejemplo, hace casi 20 años los investigadores mostraron que la corteza visual funciona de manera jerárquica y predictiva. La corteza visual primaria genera una predicción para los patrones de imagen a pequeña escala, como los bordes, y los perfecciona o refina su predicción para que coincida con las señales entrantes de la retina, pero si este ajuste fino localizado no es suficiente pasa la “pelota” al córtex secundario, que renueva sus expectativas para que patrones geométricos de mayor escala estén disponibles. Y así sube la jerarquía, evocando cambios cada vez más radicales, hasta que la pelota se detiene en el nivel más alto: la conciencia. Cuando el cerebro percibe una discrepancia, puede responder actualizando su modelo o considerando que la discrepancia es una desviación fortuita, en cuyo caso nunca llega a la conciencia consciente.

“Queremos atenuar las entradas falsas“, dice Friston. 

Hay otra alternativa en la que, frente a una discrepancia entre el modelo y el mundo, el cerebro también puede actualizar el mundo; por ejemplo, moviendo un brazo o flexionando una mano para hacer que la predicción se haga realidad. “Uno puede reducir los errores de predicción no solo actualizando el modelo, sino también realizando acciones“ dice Anil Seth, neurocientífico de la Universidad de Sussex en el Reino Unido. “De esta manera, la codificación predictiva puede ser no solo un sistema para la percepción, sino también para el control motor“. 

En el modelo de codificación predictiva el cerebro decide entre esas alternativas asignando una precisión a sus predicciones. 

Muchos sistemas de aprendizaje automático tienen un parámetro llamado “tasa de aprendizaje”, que, según Friston, desempeña el papel de la precisión predictiva. Friston ha comprobado como una red neuronal artificial aprende por ensayo y error. Si clasifica a un cachorro como un gatito, modifica sus conexiones internas para hacerlo mejor la próxima vez, y la tasa de aprendizaje dicta la cantidad de ajustes. El sistema puede ajustar la velocidad de aprendizaje para optimizar su entrenamiento y evitar problemas como el ajuste excesivo de los datos (reconociendo a todos los gatitos y cachorros con los que ya se ha encontrado, pero no entendiendo las características generales que distinguen a estas mascotas). La tasa de aprendizaje suele ser alta al principio, pero disminuye con el tiempo. 

En el modelo de codificación predictiva, el cerebro típico también comienza con una alta precisión y la reduce gradualmente, posiblemente ajustando las concentraciones de mensajeros químicos como la norepinefrina y la acetilcolina. “La creencia es que la precisión suele estar codificada por neuromoduladores en el cerebro, sustancias químicas que cambian la ganancia en las respuestas corticales“, según Rebecca Lawson, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. Cuando es hora de iniciar otra ronda de aprendizaje, el cerebro pone en marcha la precisión de nuevo.

Sin embargo la precisión puede tener una tendencia a saltar a un nivel alto o a quedarse atascada allí en el caso de nuestros hijos; por determinada razón, el cerebro tiende a adaptarse excesivamente. 

El cerebro da muy poca credibilidad a sus propias predicciones y, por lo tanto, demasiado a la información sensorial. 

Friston y Lawson sugirieron que la codificación predictiva podría proporcionar la comprensión del mecanismo por el cual existe un desequilibrio entre predicciones y sensaciones. 

En la vida social algo que puede parecer obvio para las personas típicas, y ser sin embargo significativo para unos pocos, hace que algunas personas puedan tachar a nuestros hijos como caprichosos o consentidos.

Para nuestros hijos el mundo nunca deja de ser sorprendente. “Tienden a sorprenderse con más frecuencia que el resto de personas“ Kumagaya. 

Pero la hiperactividad o ese estado de alerta permanente es agotador. “Siempre estás esclavizado por las sensaciones“, según Friston. 

Prestar demasiada atención a lo mundano explicaría la sobrecarga sensorial que nuestros hijos experimentan. Pueden permanecer muy conscientes de las lámparas que emiten zumbidos, los ruidos del aire acondicionado, un mosquito, etc.

El problema se amplifica cuando se trata de las cosas más impredecibles de todas: los seres humanos. Predecir lo que alguien hará en un contexto dado es complicado.

De ahí su preferencia por la rutina, como un mecanismo de afrontamiento. 

Cuando los datos sensoriales reciben demasiado peso es cuando les resulta inaguantable. “En lugar de estar sorprendido de forma adaptativa cuando deberías haberte sorprendido, es como si hubiera una leve sorpresa en todo“ Rebecca Lawson.

Los propios investigadores de codificación predictiva reconocen que apenas están comenzando. 

“El cerebro es un artilugio muy constructivo y muy activo, que intenta forjar hipótesis y explicaciones con los datos y observaciones que le llegan” Karl Friston.

Si la codificación predictiva se sostiene como modelo podrían sugerir nuevas direcciones para las terapias. 

“Diferentes niños pueden mostrar retos en partes diferentes de esa cadena predictiva“, dice Chawarska, lo que podría requerir una variedad de enfoques. 

La codificación predictiva podría ofrecer la percepción que algunos padres ansían. 

Ayaya es una de esas adultas que han pasado por estos procesos en su niñez y actualmente comparte su experiencia para ayudar a otras personas. “Noté las diferencias entre yo y otros niños, y estaba pensando, ¿por qué sucedía esto? Como adulta mi ansiedad ha disminuido, no solo por el autoconocimiento que he logrado, sino también por la conciencia mostrada por mis familiares, compañeros y amigos.” A menudo, las personas típicas con las que pasa tiempo saben sobre su condición. “Me conocen. Así que me siento más libre de preguntar: me sorprendí, pero ¿y vosotros?“.

De nada sirve decirles a nuestros hijos “no pasa nada”, “solo es un mosquito”, etc. Igual que a nosotros hay cosas que nos resultan insoportables, para ellos estas cosas lo son. INSOPORTABLES. 

Así que apliquemos la aceptación, compasión y empatía en vez de verlo como un capricho, una reacción infantil o algo parecido. Es simplemente su modo de lidiar con los Agentes Externos.

Está claro que todas las personas somos diferentes, que todas percibimos diferente y que hay que respetar al otro y su interacción con el Mundo.

Y por eso nosotras, entre otras muchas cosas, hacemos ABR. Porque somos un TODO y así lo trabajamos. 

Gracias Leonid Blyum por la clase magistral, por hacernos reflexionar sobre las últimas investigaciones científicas y por ser consciente de cómo estos conocimientos teóricos pueden ayudarnos a trabajar infinitamente mejor con nuestros niños. 

Tener información tan actualizada en el campo de la Neurociencia Moderna, explicada por ti de forma tan generosa y sencilla y saber que estos conceptos tan actuales forman parte de la renovación holística de cada Técnica ABR, es un mágico.

En la Neurociencia Moderna convergen varias tradiciones científicas: la Embriología, la Fisiología, la Bioquímica, la Psicología, la Neurología, la Anatomía, la Bioingeniería, la Biotensegridad, la Fasciología o las ciencias de la Computación… 

Y, por supuesto ABR (a través de la investigación de Leonid Blyum) bebe de las últimas novedades de las múltiples investigaciones en todos estos campos. 

Muchos de los neurólogos tradicionales ni siquiera conocen estos conceptos.

Espero que los conocimientos que Leonid Blyum ha compartido con nosotros en la última sesión de ABR (basados en su experiencia, conocimiento y en las últimas investigaciones científicas) sean de ayuda a otras personas.

Gracias Leonid Blyum.

REFERENCIAS:

https://blyum.typepad.com/on_abr_and_beyond/

https://www.xn--abrespaa-j3a.es/que-es-abr?fbclid=IwAR3B9UCRZqca4qXpw1UBobhqShaKIfokvzLndE8pKxE1GtdqpErVoM9-Chc

https://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-formula-del-cerebro/1253759/

culturacientifica.com/2018/03/12/tojisha-kenkyu-la-tecnica-japonesa-la-los-pacientes-se-estudian-mismos/

djxhemary.wordpress.com/tag/codificacion-predictiva/

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