¡FASCIANADAS!!


Nosotras estamos encantadas de conocer y utilizar a diario técnicas fasciales con Any, y el resto de la familia también las utilizamos, como sus cuidadores, como prevención para evitar problemas corporales y el punto de dolor. 

Cuidando al cuidador. Porque somos conscientes de nuestra realidad y de las consecuencias de no cuidarnos ahora. Igual que otros van al gym, nosotras trabajamos nuestro cuerpo de otra manera, y es maravilloso conocer como solucionar problemas físicos y estar saludables a través de la fascia.

Ya llevamos años de Terapia Slow. Pero la lentitud es bastante relativa ya que los resultados son constantes y duraderos, aunque a diario puedan parecer poco visuales. 

Los deseos de resultados rápidos y visibles inmediatamente es intrínseco al ser humano en todos los campos de la vida por la falta de paciencia. Sin embargo para nosotras fue estupendo desde el primer día comprobar que estábamos en el camino lento pero lógico, y con los años, los resultados nos han acompañado.

Es un camino de formación, aprendizaje experimental e intuición sensitiva, continua renovación para estar al día y siempre aprendiendo de los mejores. 

Por eso sabemos que las zonas de nuestro cuerpo que mantenemos en tensión crónica se convierten en zonas sobre las que perdemos sensibilidad: dejamos de percibirlas y no somos conscientes de la tensión que existe hasta que ésta se agrava y se manifiesta el dolor. 

Cualquier trastorno físico o emocional (el estrés, el miedo, la depresión, o cualquier emoción negativa) produce una tensión y por tanto un acortamiento del tejido fascial. provocando dolores y molestias en la zona o en otras partes del cuerpo mas alejadas, debido a la tensión reciproca de las membranas o tejido conjuntivo. Toda la fascia está unida.

Muchos bloqueos pueden tener una repercusión en nuestras membranas craneales internas y en muchas partes del organismo. Tensiones profundas e internas que están constantemente, las 24 horas al día activas, tensas, agotándonos y degenerando los tejidos e impidiendo la libre circulación de los líquidos. Este hecho nos va creando, formando o cultivando un montón de verdaderos puntos débiles de salud. 

Estamos llenos de tensiones internas, tensiones fasciales, que hacen que la pulsación del líquido cefalorraquídeo se vea también afectada, provocando fallos de comunicación del organismo con el sistema nervioso central creando un proceso degenerativo.

Es muy posible que parte de nuestros problemas sean porque estemos llenos de energía reprimida o no asimilada,
provocándonos una acumulación de estrés en el cuerpo, por lo que liberar las fascias, es liberar tensiones.

Sirve como escudo de protección y lubricación y a través de ella todo el cuerpo está conectado. Si se produce un impacto traumático en una zona, la fascia se encarga de amortiguarlo repartiéndolo por el resto del cuerpo, como las ondas que deja una piedra lanzada al agua. Y cuando sufrimos algún tipo de tensión, la fascia se contrae y endurece.

Los endurecimientos y bloqueos en la fascia (que, cuando está sana, es flexible y maleable) cuando se liberan hacen que el cuerpo pase a tener más energía.

Así que si buscamos fuentes de energía una parte muy importante es conocer como liberar nuestras tensiones y así entrar el un estado de relajación que favorezca la salutogénesis y nos haga menos antifrágiles corpórea y psíquicamente.

¡Fascianadas! por los resultados de un trabajo a largo plazo consciente y constante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial

Si te gusta anayany.com, ¿por qué no te suscribes?

YouTube
Instagram
Twitter
Visit Us
SOCIALICON
Subscríbete