«DEJEMOS PASAR ”


No todo puede controlarse. La atención plena nos ayuda a superar los obstáculos de la vida de una forma pacífica sin necesidad de intervenir. Porque hoy tampoco vamos a “arreglar el Mundo”.

A lo largo de la vida hay muchas cosas que debemos “dejar pasar”, siempre que mantengamos el foco.

El “dejar pasar” nosotras lo entendemos como centrarse en los objetivos vitales y permitir que algunas cosas ocurran sin más, sin nuestra intervención.

Es necesario tener paciencia para no arremeter contra aquello que necesita tiempo y otros actores para ser cambiado. 

El silencio contemplativo, la confianza en nosotras mismas y una dosis importante de humildad ayudan a mantener el objetivo claro y no desviarnos en el camino.

Hacemos frente a las dificultades de la vida desde una posición compasiva y comprometida, sin escondernos tras una coraza. Pero no se trata de ir por ahí salvando el Mundo, ni de disimular la realidad y hacer la vista gorda, negándola mirando hacia otro lado o tapándola, evitando entrar en situaciones de dificultad o sensibilidad social. Se trata de ser realistas, olvidar rápida y contundentemente aquellas cosas que nos duelen pero no están en nuestras manos cambiar y seguir adelante con nuestros objetivos.

Pasar de ciertas cosas puede ser confundido con falta de implicación, egoísmo, falta de interés… cuando en realidad esta actitud surge de ser conscientes de no poder tomar un rol activo en todas las causas y mirar con visión esclarecedora como están las cosas a nivel colectivo en el momento presente.

Seamos el cambio que queremos ver en el Mundo, y si queremos ayudar a crear un Mundo mejor, empecemos por nosotros mismos, la responsabilidad individual en nuestros actos y el respeto por el otro.

Cuando elegimos vivir en sociedad sabemos que existen unas normas para evitar los problemas de la convivencia, y esas normas son tan genéricas que parte de la población siempre se verá perjudicada por ellas, mientras los otros se benefician. Intentar cambiar el Sistema desde la lucha constante de forma individual afecta de forma negativa a nuestro objetivo vital. Por eso nosotras respondemos con nuestras decisiones, siendo el cambio que queremos ver en el Mundo. No es que lo “dejemos pasar” todo sin más, es que confiamos en un cambio pacífico desde los actos y las decisiones diarias.

Aprendamos a “dejar pasar” algunas cosas y a influir pacífica y colectivamente en otras.

#anayany
#vidafeliz
#antifragilidad

¡NO BUSQUEMOS MÁS FUERA!!!

“Yo soy yo y mis circunstancias” (José Ortega y Gasset).

Nadie puede enseñar sabiduría a nadie, tan solo indicar el camino a recorrer para que cada quien viva la experiencia por sí mismo.

Los grandes cambios en una vida suelen suceder en un sólo instante. Y en ese momento solo contamos con nosotros mismos, con nuestro interior, nuestro SER. Nadie más va a estar ahí. Por eso es muy importante desarrollar la Antifragilidad y saber hacer frente nosotras solas a los problemas.

Por mucho que haya personas maravillosas ahí afuera, nos encanta ser nosotras mismas, con nuestros defectos y virtudes, sin manipulaciones externas mediáticas ni admiraciones irracionales por el otro en vez de por uno mismo. 

Todos admiramos a alguien, nosotras adoramos a muchas familias que luchan día a día por su salutogénesis por ejemplo. Y también nos encanta Robert Kiyosaki o Borja Vilaseca, como personas que ayudan a los demás en temas de Educación Financiera, Crecimiento Personal, etc.

Vemos a estas personas como personas de las que aprender y que nos inspiran, conscientes de que todos vivImos de una forma distinta una misma situación.

Todos somos diferentes, pero todos somos iguales. 

Lo que si tenemos claro es que una condición, educación, o el éxito no transforma a personas en maestros o gurús con superpoderes. Ellos sienten, aman, ayudan y comparten igual que muchas otras personas. Puede que hayan destacado en alguna actividad mediática por los que ahora los seguimos, pero sufren igual que nosotras, se equivocan igual que nosotras y enferman igual que nosotras. No hay Dioses, son humanos que nos inspiran por su experiencia vital.

Aunque aprendemos de ellos a diario, no queremos ser esas personas. Trabajamos para ser nosotras, únicas y aprendices eternas de quien está en este Mundo para ayudar humildemente a los demás.

¡»Matemos» a nuestros GURÚS!!! Y dejemos salir cada uno de nosotros todo lo que llevamos dentro para colaborar en vivir en un Mundo mejor. Porque todos tenemos cosas valiosísimas que compartir con los demás.

#anayany

¡FASCIANADAS!!


Nosotras estamos encantadas de conocer y utilizar a diario técnicas fasciales con Any, y el resto de la familia también las utilizamos, como sus cuidadores, como prevención para evitar problemas corporales y el punto de dolor. 

Cuidando al cuidador. Porque somos conscientes de nuestra realidad y de las consecuencias de no cuidarnos ahora. Igual que otros van al gym, nosotras trabajamos nuestro cuerpo de otra manera, y es maravilloso conocer como solucionar problemas físicos y estar saludables a través de la fascia.

Ya llevamos años de Terapia Slow. Pero la lentitud es bastante relativa ya que los resultados son constantes y duraderos, aunque a diario puedan parecer poco visuales. 

Los deseos de resultados rápidos y visibles inmediatamente es intrínseco al ser humano en todos los campos de la vida por la falta de paciencia. Sin embargo para nosotras fue estupendo desde el primer día comprobar que estábamos en el camino lento pero lógico, y con los años, los resultados nos han acompañado.

Es un camino de formación, aprendizaje experimental e intuición sensitiva, continua renovación para estar al día y siempre aprendiendo de los mejores. 

Por eso sabemos que las zonas de nuestro cuerpo que mantenemos en tensión crónica se convierten en zonas sobre las que perdemos sensibilidad: dejamos de percibirlas y no somos conscientes de la tensión que existe hasta que ésta se agrava y se manifiesta el dolor. 

Cualquier trastorno físico o emocional (el estrés, el miedo, la depresión, o cualquier emoción negativa) produce una tensión y por tanto un acortamiento del tejido fascial. provocando dolores y molestias en la zona o en otras partes del cuerpo mas alejadas, debido a la tensión reciproca de las membranas o tejido conjuntivo. Toda la fascia está unida.

Muchos bloqueos pueden tener una repercusión en nuestras membranas craneales internas y en muchas partes del organismo. Tensiones profundas e internas que están constantemente, las 24 horas al día activas, tensas, agotándonos y degenerando los tejidos e impidiendo la libre circulación de los líquidos. Este hecho nos va creando, formando o cultivando un montón de verdaderos puntos débiles de salud. 

Estamos llenos de tensiones internas, tensiones fasciales, que hacen que la pulsación del líquido cefalorraquídeo se vea también afectada, provocando fallos de comunicación del organismo con el sistema nervioso central creando un proceso degenerativo.

Es muy posible que parte de nuestros problemas sean porque estemos llenos de energía reprimida o no asimilada,
provocándonos una acumulación de estrés en el cuerpo, por lo que liberar las fascias, es liberar tensiones.

Sirve como escudo de protección y lubricación y a través de ella todo el cuerpo está conectado. Si se produce un impacto traumático en una zona, la fascia se encarga de amortiguarlo repartiéndolo por el resto del cuerpo, como las ondas que deja una piedra lanzada al agua. Y cuando sufrimos algún tipo de tensión, la fascia se contrae y endurece.

Los endurecimientos y bloqueos en la fascia (que, cuando está sana, es flexible y maleable) cuando se liberan hacen que el cuerpo pase a tener más energía.

Así que si buscamos fuentes de energía una parte muy importante es conocer como liberar nuestras tensiones y así entrar el un estado de relajación que favorezca la salutogénesis y nos haga menos antifrágiles corpórea y psíquicamente.

¡Fascianadas! por los resultados de un trabajo a largo plazo consciente y constante.

NUESTRO PROPÓSITO DE VIDA

Por el camino de la felicidad disfrutamos cada día hasta llegar a nuestro propósito en la vida. 

Conocerlo y alinearlo con nuestras acciones diarias, el minimalismo, la dieta sana, la frugalidad, la salutogénesis, la antifragilidad y una sencilla forma de vida han generado en nosotras una enorme energía que ha cambiado nuestras vidas. 

Intentar ayudar de una forma diferente y compartir nuestros resultados inesperados nos hace sentir bien. Conseguir emparejar nuestro deseo de darle a Any la mejor calidad de vida posible con nuestro proyecto vital, es probablemente una de las cosas más increíbles que hemos experimentado.

Hemos aprendido que al unir los puntos y saber por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo, destapamos una nueva fuente de energía, que unida a nuestros sueños y habilidades nos permiten cumplir nuestros propósitos enfrentándonos a los retos que se nos presentan.

Ya no basamos nuestra felicidad en la posesión o el crecimiento profesional que nos aporten lo que no deseamos (nada de eso ha sdso capaz de hacernos felices con anterioridad, ya que se retroalimentaba haciéndonos creer que nunca era suficiente, y acababa generando frustración, inquietud y desasosiego). Ahora nos limitamos a ser felices y que la vida transcurra por el mejor camino para serlo, dejando fluir las circunstancias.

Encontramos nuestro propósito de vida cuando entendimos lo que realmente nos motiva, nos hace felices y ahora, perseguirlo, es nuestra razón de ser.

Todos necesitamos una motivación vital, un objetivo o una misión que nos haga levantarnos cada día mostrando lo mejor de nosotros mismos.

Hubo momentos en los que se hizo necesario cambiar para seguir avanzando, para posicionar nuestra razón de estar en el mundo. El trabajo enfocado hacia los demás se convirtió en nuestro bienestar, alejando el concepto de trabajo como un castigo necesario para subsistir y transformándolo en una ilusión diaria por ayudar.

A lo largo de los años hemos descubierto que para poder seguir en el camino debemos poner atención plena en nuestro objetivo, tomar decisiones importantes, seguir nuestra intuición, intentamos a diario ser mejores con nosotras mismas y con los demás, compartir nuestras experiencias, alejarnos de lo negativo, trabajar por lo que nos apasiona, saber que lo importante siempre debe ir por delante de lo urgente y aprender a salir de nuestra zona de confort para volver de nuevo a casa.

Ahora disfrutamos cada momento, cada lugar, cada compañía, cada silencio, cada paisaje…porque todo tiene un sentido único SER FELICES TRABAJANDO POR NUESTRO PROPÓSITO DE VIDA. 

#anayany

#todoslosdiassonvacaciones 

#vidafeliz

CUIDEMOS TODO EL AÑO NUESTRA ALIMENTACIÓN


Apreciemos nuestro cuerpo, atendámoslo, escuchémoslo y preparémoslo para CONTINUAR.

De nada sirve parchear. Si queremos llevar una vida plena tenemos que ser conscientes de la alimentación de nuestro cuerpo. 

Nosotras ya sabéis que hacemos una dieta disociada, ecológica y lo más cruda posible, ya que el clima nos acompaña.

Hacemos la comida lo más sencilla y natural que podemos, con una cocción lenta y si es pertinente a baja temperatura (con la excepción de las legumbres que requieren una cocción larga, a no ser que las ingiramos en forma germinada). Evidentemente todo está libre de aditivos y productos químicos, para evitarle trabajo extra de eliminación a nuestro cuerpo.

Comemos de todo: carne, pescado, verduras, hortalizas, huevos, frutos secos, semillas, frutas, cereales, brotes…

No consumimos alimentos “chatarra”, alimentos empaquetados, ultracongelados, grasas malas, ni azúcar, ni comida rápida. Nada de pan blanco industrial, pastas blancas, galletas industriales, lácteos de ningún tipo, ni hidratos con gluten y, evidentemente, cero alimentos procesados.

Siempre consultamos a nuestra nutricionista antes de tomar ninguna decisión en nuestros cambios de alimentación.

Pero en general comemos de casi todo, como lo hacían nuestras abuelas, natural y de proximidad.

Carnes, pescados o huevos, una vez al día, controlando la cantidad.
Siempre orgánicos: ternera, pollo, huevos, cordero, cerdo, pavo, etc.
También nos encanta el pescado salvaje azul pequeño: sardinas, caballa, etc.
No comemos mariscos ni pescado engordado con pienso, aunque sea ecológico.

Vegetales en todas las comidas.
Coliflor, brócoli, romanescu, apio, tomate, todos los vegetales de hoja verde (acelgas, espinacas, berros, etc), judías verdes, pepino, berenjena, cebolla, col rizada (para hacer el chucrut en casa), calabaza, rábano, lechuga, algas, nabos, calabacín, remolacha, ajo, patata, boniato, puerro, entre otros.

Frutas
En menor cantidad que los grupos anteriores: manzana, aguacate, plátano, chirimoya, arándanos, higos, pomelo, uvas, kiwi, limón, lichi, mango, naranja, papaya, peras, piña, ciruelas, granada, frambuesa, fresas, mandarina, naranja, etc.

Grasas saludables y frutos secos para bebidas vegetales.
Aceite de oliva y otros aceites en crudo como el de aguacate y girasol, y otras grasas saludables como el cacao, coco, etc. Frutos secos: avellanas, nueces de macadamia, piñones, almendras, etc. Y semillas: semillas de calabaza, semillas de girasol, chía, amapola, etc.

Cereales sin gluten y leguminosas.
Harinas ecológicas de cereales sin gluten (para hacer el pan en casa), trigo sarraceno, quinoa, arroz, lentejas, garbanzos, alubias, etc.

Especias y sal marina sin procesar.
Laurel, orégano, cúrcuma, jengibre, albahaca, perejil, tomillo,…Utilizar especias como aliño ayuda a controlar la cantidad de sal para dar sabor.

Infusiones
Stevia, diente de león, perilla, saúco, té de roca, etc.

Cuidamos nuestro cuerpo, canal de nuestra mente y puente hacia nuestro espíritu.

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#alimentaciónecológica