¡MI NUEVO LIBRO YA ESTÁ A LA VENTA!
CUEVAS Y BOSQUES: POESÍA NATURAL por Any Pascual.

Gracias a todos
por vuestro cariño.
“El propósito del amor no es lograr algo que tú quieres, sino hacer algo por el bienestar de la persona que amas” Gary Chapman.

Hoy no se trata de celebrar tu cumpleaños, se trata de agradecer por todo lo que eres y todo lo que aportas a nuestras vidas. Celebrar no es solo una fecha en el calendario ni un motivo para montar una fiesta, es valorar los momentos compartidos, las risas, las conversaciones y los pequeños gestos que hacen que cada día sea especial.

Gracias por ser un pilar firme en nuestra familia, por tu esfuerzo constante y por la forma en que cuidas de nosotras. Por esos instantes que quizás parecen sencillos, pero que son los que realmente cuentan.

Hoy es un día para mirar atrás y reconocer todo lo que hemos pasado juntos, pero, sobre todo, para mirar hacia adelante con ilusión.
Mi deseo es que este nuevo año de vida te traiga aún más motivos para sonreír, aprender y disfrutar.
¡Felicidades! ![]()
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Que el amor, las sonrisas y los buenos momentos nos mantengan unidos para siempre.
Un abrazo de esposa osa, Ana ![]()
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El ego nos da una sensación de individualidad, necesaria para descubrir quiénes somos, qué queremos y cómo encajamos en el mundo. Amo mi ego conscientemente porque me recuerda que como humana tengo luces y sombras. Además lo reconozco como una parte de mí que me impulsa a crecer, a aprender de mis errores y a reflexionar sobre cómo puedo ser mejor. Solo siendo consciente de su influencia, lo he podido convertir en un aliado, años me ha costado entender que no es nada malo: está aquí para enseñarme a aceptar lo que no controlo, pero no dejar de luchar por la libertad y mis valores, tomándome los desafíos como un camino de sabiduría.
Me gusta poder controlar mi ego, por fin, y así poder decir lo que pienso sin caer en mis defectos pasados ante la injusticia, la falta de transparencia o de entendimiento. Ahora me inspira a ser más creativa en lugar de reactiva, a relacionarme desde el respeto, pero sin dejarme pisar, con fuerza y determinación, defendiendome con argumentos y con compasión de quien no controla su ego. Me invita a dialogar con los demás, y no callarme para no liarla, será también cosas de la edad,, dejando espacio para la escucha, la compasión y la justicia.
Ni mi ego ni yo somos perfectos, ni aspiramos a serlo, pero juntos caminamos hacia una vida más plena, consciente y auténtica. Tantos años callada, le doy las gracias por controlar la verborrea pasada que a veces no es positiva para nadie. Eso sí, ya no me callo.
Por eso lo amo, porque me guía para vivir con propósito, humildad y desde el corazón, sin dejarme pisar.
En un mundo donde las líneas entre lo correcto y lo incorrecto a menudo se difuminan, es importante recordar que lo que poseemos, tanto material como emocional, nos pertenece porque hemos trabajado duro para conseguirlo. No importa si se trata de nuestras pertenencias, nuestra paz, nuestra alegría o nuestros sueños; todo ello es el resultado de nuestro esfuerzo, nuestras raíces y nuestros valores.
Sin embargo, siempre hay quien intenta arrebatar lo que no le pertenece. Y no hablamos solo de bienes materiales, sino también de las pequeñas pero importantes cosas que forman nuestro bienestar. Cuando alguien intenta hacerse con nuestra paz o despojar nuestra ilusión, se está definiendo a él como ser humano. La falta de respeto hacia los demás no refleja nada más que la esencia del ladrón.
Porque robar no siempre es físico. Hacer creer que algo que me pertenece no es mío, es también un intento de robo. Arrebatar nuestra confianza, minimizar nuestro amor propio, pisotear nuestras raíces o valores… ¿Quién eres tú para saltarte las normas básicas de las relaciones humanas cual animal herido? Respeto por tu herida, pero incomprensión ante cualquier tipo de desprecio por otro ser humano. Una cosa es demandar un «buenismo» infantil en la relación, y otra es, ante la inmadurez y la carencia de organización y liderazgo, faltar al respeto a los demás.
La Educación es un escudo en las relaciones humanas. Y aquí no hablo del colegio ni de la universidad, aunque es cierto que muchas veces también son sistemas que nos limitan más de lo que nos liberan. Hablo de algo más profundo: una educación en valores, en respeto y en equidad. Una educación que en nuestro caso viene de nuestros ancestros, que nos mostraban con su ejemplo y sus experiencias cómo relacionarnos desde la empatía y el amor, pero sin sometimiento (ni nos sometemos ni mentimos) para defendernos de aquellos que, en su falta de educación, intentan robar nuestra esencia.
Porque vivir en libertad no es solo un derecho; es también una decisión. Defendernos de los ladrones de vida empieza por no sucumbir ante su falta de respeto, por no permitir que nos arrebaten la palabra y por seguir relacionándonos desde nuestras raíces como adultos y con educación. Huir no está en nuestros valores, enfrentar las dificultades, sí.
Somos guerreras espirituales ante los ladrones de vida.
«La libertad de opinión y expresión, que es sagrada, sólo puede existir en el contexto y el caldo de cultivo del decoro, la buena educación, el buen gusto y el respeto a la dignidad de las personas»..Sánchez Dragó.
@anayany.comweb
Desde el descentramiento cualquiera puede responder con ira.
Nuestra personalidad también se descentra en ocasiones hacia la ira, pero evitamos responder de la misma manera, ya que solo nos igualaría a quienes no desean razonar.
En lugar de ello, preferimos hacer preguntas inteligentes que puedan sembrar la duda y despertar una reflexión en la otra persona. También, como sabemos que no tiene sentido gastar nuestra energía intentando convencer a alguien que no quiere entender, hemos aprendido con los años que el sentido del humor puede ser una poderosa herramienta contra la necedad. Y en última instancia siempre nos queda la posibilidad de observar desde la compasión rezando porque se aplique el sentido común.
Nuestro enfoque siempre será preservar nuestro centro, desde la paz y el amor por un bien común mayor.
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