LA ANCIANA
Erase una vez una anciana. Cuanto más pasaban los años, más joven se sentía, porque la juventud no está ligada a la edad, es una actitud, un estado de ánimo, y se sentía más joven que los propios jóvenes.
La anciana era tan alegre y creativa que a todos les encantaba estar con ella.
“¿Pero usted debe tener algunas nubes oscuras en su vida?” le preguntó un visitante.
“¿Nubes oscuras?” respondió ella “claro que sí, si no hubiese nubes oscuras de dónde caerían las benditas lluvias”.
Reflexión: la vida es un camino con momentos difíciles que nos ayudarán a afrontar la siguiente etapa.