Vivimos hoy. El ayer es pasado y aprendizaje, y el futuro está por escribir. Si nos quedamos en el pasado obtendremos solo aquellos resultados, de forma cíclica. El amor propio y colectivo, el libre albedrío, el conocimiento y la tecnología nos pueden acercar, si lo elegimos, a los cambios actuales y continuos, alcanzando la prosperidad de la realidad actual mejorada desde la ciencia y la consciencia.
Por eso nosotras elegimos formarnos para conocer el pasado y lo macro, y actuamos para, desde el aprendizaje continuo, intentar mejorar los resultados previos centrándonos en lo micro. Así convivimos en coherencia con lo que nos rodea adaptando lo nuevo a los aprendizajes previos y evolucionando conscientemente.
Quedarse en el pasado y en lo ya verificado nos frena la consecución de nuevos resultados. Si alguien ya ha pasado por ahí, y ha compartido sus resultados, será nuestro maestro para no repetir creencias desactualizadas. Lo estático nos sitúa en un pasado sin evolución. El continuo cambio nos sitúa en un presente vivo en evolución con resultados mejorados.
Cada día es una nueva oportunidad para crecer.