VIVIR EN EQUIDAD

“Pienso que un héroe es un individuo extraordinario que encuentra la fuerza de perseverar y resistir a pesar de los obstáculos” Christopher Reeve.

Por eso nosotras no somos ni podemos aspirar a ser heroínas. Vivimos desde la antifragilidad, el empoderamiento y la salutogénesis y decidimos afrontar las cosas como indomables, ya que no tenemos nada extraordinario, no somos distintas a los demás, y aunque algunos nos puedan ver diferentes, solo  buscamos, como todos, vivir felices con nuestras circunstancias. Todos tenemos dificultades en la vida, ¡ojalá tuviéramos poderes para solucionarlos! Pero nuestro único poder es ser humanos, que no es poco, y por lo tanto diversos, porque todos somos distintos, y ahí está la riqueza. Para nosotras cualquier etiqueta que pongamos o nos pongan para marcar esa desigualdad será solo una proyección de los pensamientos, creencias y limitaciones de quien la pone, no de la condición del otro. También respetamos la rebeldía luchadora de quienes lo afrontan desde otra energía, pero nosotras optamos por ser inteligentemente indomables y ayudar a cambiar esta sociedad distópica desde la paz siendo cada día el ejemplo que queremos ver en el mundo, en vez de luchar. Ya lo dijo Aristóteles en uno de sus muchos postulados: “la justicia pasa por tratar de igual forma a personas que son iguales, y tratar de forma desigual a personas que son desiguales.” La verdadera solidaridad reside en promover la igualdad de oportunidades. Pero la igualdad no implica justicia de “per se”. Darle a cada uno lo que necesita, no es lo mismo que darles a todos lo mismo. Si todos entendiéramos esto la vida sería más justa, fácil y feliz para todos. Porque todos somos iguales aunque distintos en este mundo, y eso es algo maravilloso. Equidad más que igualdad.

Cuando tienes una hija con gran discapacidad, por ejemplo, como es nuestro caso, es muy difícil, al principio sobre todo, no distorsionar el mundo que nos rodea. De repente, tras el diagnóstico, creímos que todo debería ser como nosotros pensábamos, e interpretamos la realidad de forma subjetiva. Creíamos que nuestra visión distorsionada del mundo era la única correcta y verdadera y nos invadía un egoísmo basado en lo injusta que había sido con nosotros la vida y expresándolo con nuestra rebeldía. Hasta que nos dimos cuenta de que los que estábamos ciegos éramos nosotros, y que para ser felices simplemente teníamos que cambiar, crecer y cultivar la humildad y muchos otros valores más, desde nuestra nueva condición. Y así empezó nuestro camino hacia la felicidad, con altibajos, está claro, pero con el foco puesto en nuestro sueño de vivir felices con nuestras circunstancias desde la paz y la indomabilidad. Porque por supuesto que no somos ni aspiramos a ser héroes, no tenemos superpoderes. Simplemente somos miembros de pleno derecho en esta sociedad sumergida en la distopía e intentamos cambiar un poquito este mundo complicado desde el amor por lo diverso.

Aprendizaje: Para vivir en equidad cultivemos nuestros valores y principios: el respeto, la compasión, la solidaridad, la humildad, el amor… y así la convivencia será diversa y enriquecedora.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

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