UNO MISMO PRIMERO

por Any Pascual

“El mejor regalo que se le puede hacer a un hijo es ver a sus padres felices”. Erich Fromm.

Hemos oído hablar mucho del concepto de “pagarse a uno mismo primero” que aparece en varios libros de Robert Kiyosaki y que tan maravillosamente está explicado en “El hombre más rico de Babilonia”, escrito por George S. Clason.

Este concepto de “uno mismo primero, los otros después” es muy importante. Y es importante precisamente porque no solo se aplica a las finanzas. Ni mucho menos.

Está bien no querer poner límites, está bien querer darlo todo por los demás. La diferencia está en que muchas veces esta actitud está gobernada por el ego con personalidad (es decir, “persona”, máscara) de mártir. Cuando te domina el ego, te pones en último lugar porque así piensas que tienes superioridad ética y moral, que los demás te deben algo y que tienen que corresponder con la actitud que tú consideras adecuada. Al final, es solo un engaño más, porque das esperando recibir, aunque sea de manera encubierta.

Dar desde la esencia, desde el espíritu, desde el alma, es otra cosa. Cuando das verdaderamente, eres indomable.

Y por otro lado, para otras personas, requiere fuerza de voluntad y consciencia evitar que la autoestima y el “uno mismo primero” se transforme en algo derivado del ego (ego-ísmo y/o ego-centrismo). 

Hay que tener en cuenta a los demás. Somos seres que crecemos con la compañía y el cariño de los demás, sin perder de vista que parte de lo que somos se ve en nuestras relaciones, y que cómo tratamos a los demás es cómo nos tratamos a nosotros mismos.

El “a uno mismo primero” incluye a todos. 

Ponerme “a mí primero” significa tener en cuenta las opiniones, las circunstancias y el ser de las personas, siempre de acuerdo con nuestros valores, y nunca actuar en contra de nuestro corazón. Ponernos a nosotros mismos primero y ocuparnos de que nuestros propios deseos y necesidades estén (y por lo tanto nos sintamos) satisfechos es importante. Porque solo podemos dar lo que tenemos, y necesitamos estar bien antes de intentar mejorar el bienestar de otros. Y además, nosotros somos los que mejor sabemos cuidarnos, porque si nos damos el tiempo y atención que normalmente dedicamos a otros, podemos descubrir cosas de nosotros mismos que nos demostrarán la maravillosa persona que somos. 

Además, y como añadido opcional, quizá ponernos a nosotros mismos primero haga que las personas a las que solemos dedicarle nuestras energías estén bien porque aprenderán a pasar tiempo solos y a cuidarse a sí mismos, con el incremento de la autoestima, auto-responsabilidad y autosuficiencia que eso supone. E incluso puede ser una buena oportunidad para conectar con nuestra alma y los mensajes de nuestra intuición.

Así, ponerse a uno mismo primero tiene un sentido espiritual, además del financiero. 

Como toda sabiduría que vale la pena, se puede relacionar con, y aplicar en, varios aspectos de la vida.

Aprendizaje: La inteligencia financiera también brinda sabiduría espiritual.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

¿RIESGO? por Any Pascual

“El problema con un trabajo es que confiar en otros para darte una vida es el mayor riesgo de todos”. Kim Kiyosaki.

Cada persona tiene su propia definición de lo que es el riesgo. Al igual que ocurre con “alegría”, “amor” o “tragedia”, el riesgo es algo diferente para cada persona.

Y sin embargo, no todos estamos de acuerdo en si algo es arriesgado o no. Hay múltiples opiniones sobre un mismo sentido del riesgo, y no todas las definiciones personales se aplican en todos los casos.

Para la mayoría de la gente, conducir un vehículo a gran velocidad es arriesgado, por ejemplo. Y sin embargo, los pilotos de carreras de coches lo hacen continuamente, con un cierto grado de seguridad.

Para esos mismos pilotos, la inversión puede ser algo que conlleve mucho riesgo. Y aun así existen inversionistas profesionales que saben manejarlo y utilizar las mejores estrategias disponibles.

Lo que quiero decir con estos ejemplos es que una actividad normalmente no es arriesgada de por sí. Es arriesgada para algunos.

Todos sabemos que el riesgo, que es una de las formas en las que se expresa lo que llamamos incertidumbre, da mucho miedo. Sobre todo cuando algo importante para nosotros está en juego. Y a pesar de eso no podemos dejar que el miedo a arriesgarnos controle nuestra vida.

Hay muchas formas de gestionar lo que consideramos arriesgado.

Se puede empezar por hacernos algunas preguntas: “¿Qué me aterra tanto de esto?”, “¿De qué tengo miedo?”, “Siendo realistas, ¿Qué posibilidades hay de que ocurra?” “¿Cómo puedo hacer para estar lo mejor posible en esta situación?” “¿Puedo tener una actitud positiva y constructiva ante esto?”.

Pasar tiempo con uno mismo respondiendo a estas cuestiones honestamente y sin medias tintas, descubriendo quiénes somos y qué nos importa, es una manera muy constructiva de afrontar el riesgo.

Otro modo, que para mí va después de lo que acabo de explicar, es formarse e informarse continuamente, lo máximo posible, y con información reciente, actualizada y verdadera, sobre aquello que consideramos arriesgado.

Con el paso del tiempo he llegado a descubrir que la realidad, normalmente, puede ser más tranquilizadora que nuestros propios pensamientos e ideas sobre algo. La mente siempre intenta conocer lo desconocido y crear una falsa certidumbre en medio de lo incierto, obsesionándose, saltando a conclusiones precipitadas, imaginando relaciones de causa y efecto que no tienen por qué ser ciertas, generando expectativas y suposiciones. Y si todo eso falla, se dirige automáticamente al peor escenario que puede concebir, sin ninguna indicación de si esa circunstancia es verdaderamente posible o no, y sin darle importancia a la situación real.

Por eso, para ponerle la señal de “Ceda el paso” a la neurosis y dejar entrar a la consciencia coherente, es importante aprender de Maestros reales que ya han pasado por esa situación arriesgada. A veces lo que más se necesita no es un manual de instrucciones, sino un guía compasivo que sepa perfectamente ponerse en esa circunstancia porque ya la ha vivido, ya le ha sucedido en carne propia.

Así que sí, el conocimiento es poder. Aprender e incorporar a nuestros conocimientos todo aquello que podamos sobre lo que nos parece un riesgo nos empodera y ayuda a mantener un diálogo con el miedo, en vez de dejar que nos arrastre.

Y luego, después de entender verdaderamente los riesgos gracias a la formación e información y al ejemplo de Maestros reales, se trata de hacer. No dejemos que algo nos arrebate una posible experiencia maravillosa simplemente porque nos tenemos que arriesgar. Hay muchas maravillas fuera de nuestra zona de confort habitual.

Aprendemos más de la vida mediante actos que simplemente escuchando sermones bienintencionados y advertencias “realistas”. Y quizá nos encontremos con que somos mejores después de enfrentarnos a nuestros temores. Para eso es muy buena idea contar con gente que te apoye y aprecie, cuyo amor sea incondicional y que te pueda ayudar tanto en los buenos como en los malos momentos. La gente que brilla de verdad ilumina nuestra oscuridad y nos permite encender nuestras propias vidas con la luz que viene de adentro. Esas personas son nuestro sostén para empezar a actuar.

Y por último (y sin duda lo más importante, ¿no creéis? Jajajaja), para afrontar el riesgo y superar los miedos es necesario confiar aún más en la Vida. El Universo nunca nos pone delante algo que no podamos afrontar. El problema está en creer que para llegar a nuestros objetivos hay que escalar un árbol siendo peces, sin ver que un poco más allá hay un río, nuestro hábitat natural, el espacio en el que podemos vivir según nuestros dones y talentos innatos y disfrutar de un camino que nos llevará al mismo sitio al que queremos llegar (o a uno mucho mejor que antes no sabíamos que existía), de un modo más significativo, más natural e incluso más placentero para nosotros y los que nos rodean. Simplemente se trata de ser conscientes de que el Amor es la base de todo, de que nuestros valores son lo más importante (aunque nunca más importantes que los valores de otras personas, porque todos somos iguales) y saber que todo nos puede enseñar algo si estamos dispuestos a abrirnos y recibir con el corazón.

Y si se cierra una puerta, en algún momento se abrirá una ventana.

La lluvia acaba horadando la piedra de las prisiones más fuertes, y la vida nos pone riesgos, riesgos que podemos asumir, para que aprendamos a dejarnos fluir, confiar, y descubramos nuestro verdadero ser, ese espíritu magnífico que ha venido aquí a ayudar a los demás.

Cuando has pasado por todo esto, al final descubres que lo que antes considerabas riesgo, en realidad es simplemente una posibilidad que se te ofrece, y tú decides, desde tu forma de pensar y haciendo uso de ese libre albedrío tan genial que todos tenemos, si aceptas o no.

Así puedes crear tu propio estilo de vida, haciendo las paces con lo que cada uno considere arriesgado.

Aprendizaje: ¿Riesgo? Realmente es una oportunidad que la Vida te muestra para aprender que se puede ser feliz independientemente de las circunstancias. En todas ellas. Incluso en las que más se arriesga.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

CREAR NUESTRA PROPIA FELICIDAD por Any Pascual

“Cuando eres capaz de mantener tus más altos estándares de integridad, independientemente de lo que otros puedan hacer, estás destinado a la grandeza”. Napoleon Hill. 

La felicidad continua no es dependiente de la realidad objetiva. La felicidad depende de la realidad, sí. De la realidad subjetiva de nuestras mentes.

Nosotras creamos nuestra propia realidad independientemente de las circunstancias.

Para nuestros egos todo puede ser horrible, pero siempre hay otra alternativa.

La gente tiende a decir “Tienes pájaros en la cabeza”, “Vives en las nubes”, “Ves la vida de color de rosa”. La cuestión es que todos nosotros podemos elegir.

¿Sabéis que hago yo cuando me dicen que “estoy loca”? Respondo: “Gracias. Claro que sí. Y a mucha honra”.

Podemos escoger.

Quizá tener un temperamento que innatamente vea todo de modo idealista no sea lo más práctico para la vida diaria. El positivismo inconsciente puede tener su lado oscuro.

Transformar nuestra personalidad única en algo consciente es maravilloso.

Así, sabemos que podemos ver la vida con las gafas que queramos. Podemos elegir si ser serias o ser magas. Porque ponernos las gafas de color de rosa y mudarnos a los castillos en el aire, como elección personal para afrontar una situación, es magia. Y no se trata de no ver la realidad. Se trata de filtrarla para no reaccionar, sino darnos tiempo para responder desde nuestro verdadero ser.

Ser felices con nuestras circunstancias y decidir ver la vida con el vaso medio lleno conscientemente hace que podamos elegir de qué queremos llenarlo, sin ilusiones vanas, simplemente siendo nosotras mismas. Juntas, creando la realidad propia en la que hemos elegido vivir, gracias al poder de nuestra actitud. Y así la magia no es una mentira, sino un estilo de vida.

Aprendizaje: Consciencia y voluntad nos muestran el camino para que podamos hacer que la vida se vuelva mágica. Sí se puede. 

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

SALTAR LAS PIEDRAS DEL CAMINO

por Any Pascual.

«Lo único que le pido a Dios es un corazón de carne y sangre para la humanidad». Vicente Ferrer.

La vida no consiste en conformarse con una existencia llena de sufrimiento, como las Almas en el Purgatorio de Dante. Vivir consiste en buscar la mejor manera de afrontar las cosas a pesar de las circunstancias. No somos todopoderosos, así que las cosas pasan simplemente porque estamos vivos.

A veces encontramos piedras en nuestro camino, a veces pasamos por momentos duros y tiempos difíciles, como cualquier ser humano. La diferencia está en que nosotras sabemos que esas piedras, por grandes que sean, son parte de nuestro viaje. Al fin y al cabo, todos los caminos por los que siempre transitamos en nuestras vidas están hechos de pequeñas piedras. Nuestra vida está compuesta de las dificultades que superamos, de aquellas cosas duras que hemos aprendido cómo manejar. Aprendiendo de las dificultades nos hacemos más sabias. Y entonces, esas piedras grandes que antes nos frenaban se descomponen en un montón de piedras pequeñas que ya no nos intimidan. De ese modo, con el paso del tiempo, la práctica, una gran determinación y amor infinito, al final esas piedras pequeñas acaban formando un nuevo camino, una alternativa, otro estilo de vida más positivo que nos llevará por lugares inesperados hasta llegar al objetivo y, como en el poema de Konstantino Kavafis sobre Ítaca, descubrirás que quizá el camino te ha enriquecido más, y que tal vez encontraste lo que estabas buscando antes incluso de llegar a tu objetivo.

Las personas con las que recorramos ese sendero de la vida serán maestros, cuya compañía nos ayudará, cuyo amor nos animará y dará todo lo que nosotros sepamos pedir. No hay un yo, no hay otro. Hay un nosotros. Y por eso debemos pedir ayuda si la necesitamos. Las piedras pesan menos entre varios.

Con el corazón suave y abierto, tenemos que hacernos conscientes de que vivimos en un entorno variado en el que todo está cambiando continuamente. Tal vez no podamos estar siempre tan bien como queremos, pero sí podemos vivir con una pasión sin límites, disfrutando muchísimo de cada pequeña cosa de la vida, desde la sabiduría y con el amor incondicional por bandera. Así las piedras que no encajen en nuestro nuevo camino vital se convertirán en flores, que nosotras u otros plantamos y regamos para embellecer el sendero.

Nosotras evitamos lastimarnos buscando un resultado concreto, o ser perfectas, o buscando un porqué. Simplemente practicamos el optimismo realista y la aceptación. 

Sin una idea preconcebida, sin apego al resultado, intentamos estar presentes, trabajando en el ahora, y eligiendo ver amor en todo lo que nos ocurre en vez de mirar con miedo, y… 

Somos conscientes de que nunca estamos solas, así que pedimos ayuda si lo necesitamos y ayudamos cuando podemos. Eso es para nosotras vivir, saltar o utilizar las piedras del camino.

Aprendizaje: Lo mejor de estar vivas es vivir.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

APRENDIZAJE, APRECIO, AGRADECIMIENTO, ACEPTACIÓN

Por Any Pascual

“Hasta que hayas formado el hábito de buscar lo bueno en lugar de lo malo que hay en los demás, no serás exitoso ni feliz”. Napoleon Hill.

El Universo es magnífico, benevolente y sabio. Sobre todo esto último. Es tremendamente más sabio que el mayor erudito.

El Universo nos conoce muy bien. Y por eso sabe perfectamente cómo, cuándo y por qué presentarnos una crisis, un problema, una oportunidad para evolucionar. Y también sabe cuándo darnos lo que queremos, la forma de cumplir nuestros sueños.

El Universo y nuestra vida se comunican constantemente. No hay un solo acto que no tenga una consecuencia, cada acción conlleva una reacción. Y por lo tanto, cada reacción tiene un vínculo muy estrecho con la acción que la provoca.

Lo que quiero decir es que si para generar una reacción hemos de actuar, también es cierto en el otro sentido. Para que algo se materialice en la realidad es necesario algo más que solamente actuar de modo tangible, más que dedicarle horas y horas de atención.

El Universo nos pone actividades, momentos, situaciones delante de los ojos (sean los físicos o los mentales) para que aprendamos algo.

Todo lo que nos pasa o nos ha pasado en la vida está ahí para expresar o explicar una parte de nosotros o algo más de lo que ser conscientes, algo que incremente nuestra sabiduría, infinita por naturaleza y al mismo tiempo oculta por el ego.

La cuestión es que si no aprendemos la lección que estas circunstancias nos enseñan, no podemos pasar al siguiente punto de expansión a través de la consciencia y experiencia. La vida en realidad sí es como un videojuego y como la escuela, solo que sin notas o estrellas o ningún tipo de calificación, en el sentido de que pasamos al siguiente nivel, con otras cosas que aprender, solo cuando hemos integrado en nosotros lo aprendido.

Esto nos dice una gran verdad: tendremos la felicidad cuando seamos felices con lo que tenemos.

Eso no significa que hay que resignarse o dejar de tener metas e ilusión por el futuro. Significa que nuestro futuro depende más del presente de lo que podría parecer.

El Universo es sabio, y quiere que lideremos desde el corazón. Por eso, para desarrollar esos sentimientos, nos pone primero en la posición contraria. Para ver si estamos preparados para una vida verdaderamente próspera, nos enseña primero a compartir lo poco que creemos tener, para que cuando la vida que queremos se manifieste en abundancia, actuemos con generosidad, porque ya somos generosos desde el principio, y con compasión, dado que hemos aprendido, estando en una situación menos agradable, a respetar a nuestros pares y entender su punto de vista, porque era el que nosotros mismos teníamos antes.

Así pues, las claves para una vida soñada, “perfecta”, la que deseamos y visualizamos y nos parece vivir cuando estamos entusiasmados, están en el título de este escrito.

Aprendizaje, Aprecio, Agradecimiento y Aceptación. Pueden ser etapas del crecimiento interior o pueden darse al mismo tiempo.

Ya hemos hablado un poco sobre el Aprendizaje, tanto propio como general, álmico y cósmico, en este momento y en otras entradas, así que voy a pasar al siguiente. Solo remarco que aprender de lo que la Vida quiere enseñarnos nos permite (y ayuda a) evolucionar.

Apreciar es fácil si sabes con todo tu corazón que cada cosa que te pase trae consigo una enseñanza especialmente para ti diseñada por un cariñoso poder superior que te ama no importa qué, para que aprendas a amarte a ti mismo y a los demás de manera incondicional. Si entiendes la maravilla que la Vida crea para ti cada día, el aprecio se vuelve parte integral y muy importante de ti. Quizá no aprecies a tu familiar diciéndote algo que no quieres oír, pero recuerda la frase  “no pienses en lo que no tienes como si ya lo tuvieras, cuenta los bienes preciosos que ya posees y piensa hasta qué punto los buscarías si no los tuvieras”. Y con esto pasamos al siguiente punto.

Agradecer. A veces es difícil, lo reconozco, pero se hace más y más fácil al practicar. Hay miles de cosas que agradecer todos los días. Incluso aunque no veas la luz al final, aunque parezca que nadie te apoya, reflexiona. Estamos vivos. ¿Cuánta gente hubiera dado de todo por estar viva, por sentir el amor de aquellos que quieren un día más? Haz una lista de agradecimientos. Puedes pensar en personas que tienen menos, y darte cuenta de que puedes oír, hablar, comer, ver, y casi seguro tener un techo. Tienes familia. Amigos. Trabajo. Y quizá las tres cosas. Agradecer demuestra que valoras las maravillas de tu vida. No se trata de decir “Gracias” ante un cumplido, sino de sentir el agradecimiento con toda tu alma y por todo tu cuerpo, incluso aunque sean malos tiempos, porque siempre llegará otro día para fortalecer tu amor por la vida. Y para resolver tus problemas, admitir tus errores y decidir qué quieres. Y así llegamos al final, que es el principio de otro ciclo. O del mismo pero mejor, porque al agradecer quizá te des cuenta de que no era necesario cambiar nada.

Aceptar es un punto clave. Decir sí a la vida sin segundas intenciones ni remordimientos, esa es la verdadera aceptación. Aceptar no significa resignarse y suspirar detrás de cámaras. Significa saber dónde estás, qué quieres, y no resistirte. Aceptar significa decirle que no a la queja. Saber quién eres es maravilloso. Y aceptar significa considerar a las circunstancias actuales el punto de partida para quién puedes ser. Es decirnos “Vale, esto es así, me siento de esta forma y lo entiendo. No voy a negarlo ni a luchar. Ahora ¿qué puedo hacer con esto, para transformarlo en aquello que quiero?”. Y aceptar también es tener claro cuáles son nuestros límites, el punto en el que no vamos a ceder, con honestidad. Porque luchando, viendo quién tiene razón, se pierde mucho tiempo y energía. Es mejor aceptar que todas las partes tienen sus motivos, ver lo que se te pone delante de forma cruda y gestionarlo de acuerdo con tus valores. Por ejemplo, yo podría estar luchando contra mis circunstancias motrices, negando que necesite descansar la espalda después de estar sentada, o forzándome hasta el punto en el que sea insoportable. En lugar de eso, me he hecho amiga de mis circunstancias y aprovecho esos momentos tumbada para otras cosas. Poniendo otro ejemplo, la vida es una espiral, un rizo maravilloso de nuestro mismo tamaño que siempre crece, y no podemos pararlo. Aceptar que todo va a desarrollarse según el plan benevolente de nuestra alma, tanto si al ego le gusta como si no, nos permite aprender de la experiencia. Y volver al principio con más consciencia.

Eso sí, esto no se trata de ser marionetas del destino ni de demonizar al ego, se trata de cómo vivir con lo que no podemos cambiar, de ser amorosos en lo que sí podemos hacer, y de saber la diferencia. Es importante entender que el Universo, al final, con la muerte, va a deshacer nuestras limitaciones humanas como si de humo se tratase. Y aun así, estamos aquí en la Tierra para ejercitar nuestra individualidad y decidir cómo queremos vivir. Para eso tenemos libre albedrío. Así que, simplemente, creemos la vida de nuestros sueños partiendo de lo que ya tenemos, y decidamos nuestra vida mientras el Universo nos cubre las espaldas.

Aprendizaje: Aprender de lo que hemos pasado, apreciar la belleza de vivir, agradecer lo que ya es y aceptar las circunstancias con todo el corazón, amando al Universo entero, es lo que necesitamos para que nuestro libre albedrío cree verdaderamente aquello que deseamos dentro de las posibilidades y con nuestros propios límites.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito