Nadie pierde si da, pierde quien no sabe recibirlo.

anayany.com, mamacripto, lider

Robert Kiyosaki los llama “Loser” (Perdedores). Pierden porque no saben recibir (aunque tampoco saben dar, ni escuchar, ni aprender, ni accionar).

En un primer momento no entendí este concepto, quizás por la barrera cultural de un idioma no nativo, pero ahora consciente del significado intrínseco, prefiero darle la vuelta y hablar en positivo de LOS GRANDES (los no perdedores, los que dan).

En muchos casos el Ser Humano demuestra que ha perdido su esencia, y entonces se vuelve un perdedor. Son personas que no quieren nada más que su propio beneficio o alcanzar una posición a costa de los demás. Ya Aristóteles hablaba de la Ética en la Sociedad y de cómo la propia sociedad en la que “crecemos” nos puede haber apartado de los valores básicos imprescindibles. Él hablaba de adquirir hábitos, tener temperamento, agudizar el carácter y trabajar las virtudes, cómo formas de revertir los vicios de estas personas.

De ahí la importancia de la Educación y la Espiritualidad para poder volver a ser lo que el Ser Humano es por Naturaleza.

Y para eso hay que querer aprender a desaprender.

Y es en ese camino donde te cruzas con los GRANDES.

Personas que saben desarrollar el potencial, el talento y la creatividad, suyos y de sus colaboradores. Que saben escuchar y ser humildes con sus capacidades y son inteligentes para reconocer que sin un Equipo no son nada.

Personas que no creen en la jerarquía por tiempo o por pertenencia sino que creen en la colaboración asumiendo que nadie es más que nadie.

Personas que hablan de sentimientos, tienen intuición, inspiran con el ejemplo, reconocen las limitaciones propias, evitan competir con los miembros de su Equipo, se dedican a trabajar y mantienen a raya su ego.

Personas que desarrollan el potencial de sus colaboradores para que sus Equipos desplieguen todo el talento, la inteligencia y la creatividad que llevan dentro.

Personas auténticas liberadas de miedos inconscientes.

Personas a las que llamo GRANDES, porque sobresalen por SABER DAR Y DISFRUTAR RECIBIENDO.

Gracias a todos esos GRANDES que nos rodean día a día y de los que desaprendemos para andar el camino.

“Es imposible liderar a otros si no has aprendido a liderarte a ti mismo”. Nelson Mandela

 

 

Ser Sensibles

pas, anayany.com ,sensibilidad, espiritualidad

Hace tiempo que nosotras elegimos lo que necesitábamos para ser felices porque somos personas sensibles.

Somos muy emocionales y empáticas. Esto nos hace reflexionar continuamente y por eso hemos tenido que aprender a desconectar.

Any tiene una altísima sensibilidad y si no la controla se satura porque capta sutilezas y recibe mucha más información por diferentes canales que otras personas.

La luz, los sonidos, las texturas, los olores, etc. son diferentes a cómo lo percibimos los demás y esto supone un trabajo extra continuo. En esta situación ser capaz de parar y recuperar el silencio, la paz, cerrar los ojos y lograr la neutralidad es algo indispensable para poder tener una vida saludable.

Por eso nos encanta poder gestionar nuestra vida y ser libres, porque cuando tienes que acoplarte a situaciones que te resultan estresantes o agotadoras de por sí, la energía no se focaliza en las funciones vitales básicas, sino que tiene que pelear con esa situación de tensión y el cuerpo y la mente, en ese momento necesitan descargar de alguna forma tanta energía.

Ser muy sensible te permite disfrutar de cosas como la Naturaleza de una manera diferente, te permite ver la otra cara del ser humano y te acerca a tu interior de una forma maravillosa, pero mantener el aura limpia, la mente consciente y el corazón feliz es indispensable para gestionar bien esta condición de vida.

Ser Sensible es agotador si no lo controlas, pero es un “don” si lo sabes gestionar.

“Toda virtud tiene su sombra”. Elaine Aron.

No escuches a tu ego.

Ego, anayany.com, educación financiera

La nueva forma de esclavitud está relacionada con el trabajo o los negocios.

Las relaciones que se establecen en distintos tipos de situaciones laborales pueden ser muy tóxicas, porque el nivel de exigencia por parte de las personas con las que llegamos a relacionarnos se asemejan a la explotación. De ahí la importancia de trabajar nuestro ego para poder reaccionar cuando tengamos que decir NO.

Si es el ego el que nos impide coger el camino de la felicidad y abandonar un barco que nos lleva a la deriva, cuestionémonos que está pasando.

El ego nos puede hacer muy vulnerables.

Otros pueden percibir muy rápidamente que somos susceptible a la adulación (y de qué tipo) o podemos ser incitados a tomar decisiones precipitadas, según sus intereses.

Si nuestro ego es avaricioso, por ejemplo, y está hambriento, los demás pueden manejarlo para sus propios fines.

Nuestro ego nos puede llevar a quedarnos cuando debemos irnos.

Podemos permanecer en condiciones de trabajo insostenibles porque queremos probar que podemos navegar a través de los tiempos difíciles o saltar de un papel a otro, con la esperanza de finalmente sentir que valemos y que si los demás pueden…

Nuestro ego es un pésimo entrenador de carrera, pero lo escuchamos de todos modos, sin darnos cuenta de que los que se venden como referentes a seguir, realmente son humo.

Nuestro ego nos distrae de las prioridades

Lo que nuestro ego quiere es sentirse bien en el momento y además no le importa el trabajo duro e ingrato que se necesita para lograr las grandes metas que nos propongan.

Queremos ser líderes y nuestro ego se conformará por ejemplo con los comentarios de facebook,
porque queremos vencer a todos los otros egos, a los retos y a la competencia con supuestos colegas, apartándonos del foco de nuestros propios deseos u ocultándolos por completo.

Cuando estamos controlados por el ego, no asumimos la verdad que nos ayudará a crecer.

Nos quedamos atascados persiguiendo la gratificación prometida, a veces incluso sabiendo que han elegido ya a otro para el puesto, o centrándonos en proyectos que por desgracia al final son humo.

Vencer el ego es admitir los errores y hacerse a un lado.

Si hemos conseguido una recompensa económica por ese trabajo, estupendo, y si encima de perder nuestro tiempo, hemos perdido dinero, lección aprendida.

Sólo desde el amor, el trabajo diario es gratificante, bonito y satisfactorio.

Para salir al Mundo y lograr el éxito, dejemos el ego a un lado y demos todo desde el corazón, para no caer en nuestra propia trampa.

Usemos las palabras con amor.

Usemos las palabras con amor no solo para hablar de nosotros mismos, sino de los demás.

Ser impecable con las palabras, no es cuestión de educación, sino de hablar con integridad.

Digamos solamente lo que queremos decir, y utilicemos el poder de las palabras para avanzar en la dirección de la verdad.

Mucha gente habla pestes de cualquiera, y utiliza las palabras como una especie de exposición pública de las supuestas vergüenzas ajenas. Nadie se salva en esas charlas, a veces ni los presentes. Pero solo un alma ingenua puede dejar de imaginar que las mismas flechas venenosas serán lanzadas sobre el resto de las cabezas apenas tengan ocasión. Como no somos perfectos, siempre la persona con baja autoestima encontrará una víctima a la que difamar o criticar desde su parcialidad.

Así que utilicemos las palabras apropiadamente. Es bonito ser conscientes y emplear las palabras para compartir, no para destruir.

Cada uno demuestra con lo que dice, lo que es.

Y no se trata de ser culto o leído o un monje budista. Se trata de que las palabras lleven verdad, alegría y amor.

Porque una buena palabra genera un buen pensamiento y una acción positiva.

Hoy escribimos este post como apoyo a Sara Rodríguez Martínez.

Sara es una de tantas personas que dedican su vida a ayudar a los demás, en este caso a personas que necesitan apoyo en muchas cosas, por ejemplo en el aseo personal.

“Estoy cansada de tener que escuchar: “que trabaje aunque sea limpiando culos”; como si esta profesión fuera lo último a lo que una persona puede recurrir y careciera de valor (…) Yo por ejemplo no podría trabajar en algo que me exigiese mentir, como un banquero o algo por el estilo”.

GRACIAS a Sara y todas las “Saras” del Mundo. Usemos las palabras para sumar y agradecer.

Por cierto, a mi también me encanta “limpiar culos”?

https://anayany.com/miyoutube

#anayany
#vidafeliz
#serfelizapesardelascircunstancias

Vive de corazón

 

Sólo se puede elegir entre dos caminos en la vida: el camino del amor o el camino del miedo.

Y según el camino que elijas podrás disfrutar de una vida PLENA.

Realmente te das cuenta de que estás en el camino correcto cuando eres libre de escoger el camino. No lo escoges por obligación, ni por dinero, ni por llegar a lo más alto, ni porque no queda más remedio.

Lo escoges porque eres feliz, a pesar de todas las dificultades y después te das cuenta de que mucha gente maravillosa ha escogido el mismo viaje.

Cuando estás en el camino correcto tienes el “superpoder” de ver el otro camino, ves el camino que está al lado, por el que van pasando personas como si fuéramos por dos cintas automáticas paralelas de un aeropuerto.

Por el otro camino pasa gente con vestimentas muy llamativas, gente con prisa, gente que habla mucho, y muy alto, gente que parece huir, gente que se ríe de los que vamos tranquilamente por la otra cinta, gente que piensa que esa cinta le va a llevar a su éxito individual, o a la solución, gente que ha sacrificado los valores y lleva una vida personal difícil.

La cuestión es que tú caminas pausadamente, te paras a mirar los escaparates, hablas con los demás pasajeros, lees un buen libro, llevas poco equipaje y disfrutas del paisaje por los grandes ventanales.

Y cuando llegas a la sala de embarque, sonríes a la azafata de tierra, bromeas, bebes de tu botella reutilizable de agua y te relajas hasta la hora de embarcar.

Mientras observas a algunos de los pasajeros que iban por la otra cinta corriendo, estresados, ves como siguen nerviosos, discuten con la azafata y son incapaces de sentarse un ratito.

Los dos vamos a coger el mismo avión, pero desde luego la experiencia no va a ser la misma. Supuestamente los dos vamos a llegar al mismo sitio, pero desde luego no de la misma forma. Todos sabemos que tenemos el mismo final, pero no todos vivimos la vida de la misma manera.

Por razones culturales, pasamos en nuestras vidas por esos momentos en que no disfrutamos del viaje, ni del trayecto ni de la experiencia…El Sistema Educativo, un trabajo tradicional, la familia, las obligaciones, etc.

Por desgracia muchas veces es el sufrimiento lo que nos hace cambiar de camino. Porque el camino del miedo es muy estresante. En la vida la fortuna no es lineal, tenemos experiencias de todo tipo. Si pasas los días estresado, no te paras a disfrutar, no compartes con los demás y la ambición te ciega, aunque aparentemente no te falte de nada, el miedo es tu cárcel. Soportarás la vida, pero no la vivirás.

El camino del amor sin embargo es muy bonito. No tiene porque ser fácil, pero has elegido conscientemente hacerlo placentero, aunque los baches los tengas que pasar sin saber a veces cómo. Llorarás, gritarás y te caerás, pero el amor te volverá a levantar. Te rodearás de un Mundo bello, lleno de sonrisas, cariño, empatía, simpleza y compasión, y lo difícil lo convertirás en rutina de amor.

Eres tú quien tiene que elegir.

Puedes elegir parar, ser consciente y coger el camino del amor.

O que te pare la vida de una forma u otra, para que despiertes y abras los ojos.

Tu eliges: vivir desde el amor consciente o desde el miedo de una vida impostada.

No busques fuera la respuesta a tus problemas. Simplemente elige el camino del amor hacia ti y hacia los demás.