SI QUIERES MI SITIO TE REGALO MI SILLA

Vivíamos en Madrid. Any estaba escolarizada en un Centro de Integración cerca del trabajo de papá, pero lejos de casa.

A veces parábamos a hacer compras por el camino.

Un día nos detuvimos junto un pequeño Centro Comercial en calle Alcalá.

Como nos pasa muchas veces, las plazas reservadas para personas con movilidad reducida estaban ocupadas por coches que no lucían el distintivo necesario para aparcar en las mismas.

Es una situación muy habitual, a la que ya estamos acostumbradas, pero en aquellos años, cuando Any era todavía muy pequeña, unos 6 añitos, yo reaccionaba ante este hecho con una descarga de ira, furia, palabras soeces…que sin darme cuenta lanzaba sin control frente a mi hija, y no frente al propietario del coche que no estaba allí.

A continuación llamada telefónica a la policía y a esperar para tener un sitio lo suficientemente amplio para poder abrir la puerta, bajar a Any, sacar la silla del maletero, poner la silla al lado de la puerta y hacer el traslado a pulso. Era tan pequeña que no teníamos muy presente las consecuencias de esos sobre esfuerzos alargados en el tiempo durante años y a veces simplemente, ante la adversidad, aparcábamos en cualquier plaza y la cogíamos en un brazo, en el otro la silla y a pasar como pudiéramos.

Ese día me quedé allí sentada en el coche, en segunda fila, esperando alguna posibilidad y rumiando mi “mala suerte”.

Ese día fue un día muy especial para nosotras, inolvidable. Fue una lección de humildad, realismo y humanismo impresionante.

De repente paró un vehículo a nuestro lado. En el otro sentido.

Salió un hombre y tranquilamente abrió la puerta de atrás del coche. Sacó en brazos a su hija adolescente con una gran discapacidad y a su bombona de oxígeno. Cerró el vehículo y abrió como pudo la puerta del portal que estaba frente a la plaza para personas con discapacidad. Desapareció. Al rato bajó al coche. Y esperó. Pacientemente. Hasta que llegó el dueño del vehículo mal estacionado.

Silencio. Solo recuerdo silencio.

El padre de la adolescente dio hacia atrás y dejó salir a aquel hombre con su coche sin decir nada y sin manifestar enfado, rabia o ira.

Me miró como cediéndome el espacio y yo le respondí con un agitado “no” de cabeza y manos, como si no fuera ese mi objetivo.

Simplemente aparcó. Abrió el maletero. Sacó una silla eléctrica pesadísima que pudo subir por la rampa adjunta a la plaza para vehículos que transportan a personas en silla de ruedas, y desapareció para siempre.

Una lección impresionante y un aprendizaje brutal: ética, valores, foco, amor infinito, experiencia…

Los demás no tienen el poder de perturbarnos ni en las peores de las circunstancias.

Nuestra paz es para los nuestros, tiene más valor que toda la ira y tiempo perdido con quien no ve ni empatiza con los demás.

Desde entonces solo visualizo mi plaza de aparcamiento donde la necesito, cambiando la ira por amor, y como dice una buena amiga, si no aparco en ese momento será que “el Universo nos tiene reservado…” algo mejor en nuestro macrodestino.

Libre albedrío en las microsituaciones para llegar al destino final. Las cosas pequeñas y como nos las tomemos, no pueden perturbar la grandeza de nuestra vida. Nuestro libre albedrío, la capacidad que tiene el alma para decidir por si misma lo que quiere hacer, nunca será un obstáculo para nuestro destino. Pero entonces… para qué ser negativos en nuestra vida.

Así que desde ese día, sonreímos cada vez que tenemos que buscar aparcamiento, acordándonos de aquella joven que no tenía plaza pero si silla, que no tenía plaza pero si el amor infinito de su padre, que no tenía plaza pero que convirtió a su padre en un MAESTRO para nuestras vidas.

GRACIAS PORQUE AUNQUE NO TE CONOCEMOS TE QUEREMOS.

Todos somos miembros de la gran familia humana. Es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia. Practiquemos la compasión, la empatía y el amor por los demás.

#anayany
#amorinfinito
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LA FELICIDAD EN EL PRESENTE

Por Any Pascual.

Nuestra mente es un instrumento muy útil, cuando la sabemos manejar y calmar.

Cuando prescindimos de o desconocemos este poder, la mente se vuelve un mero instrumento que garantiza nuestra supervivencia y “comodidad”.

Cuando no está en el presente, se pierde en el pasado, para recordarnos los errores que hemos cometido y que nos han hecho sufrir, a fin de que los tengamos en cuenta y no los cometamos de nuevo para no volver a experimentar ese sufrimiento que a la mente automatizada le resulta tan horrendo, pues es un indicador de que algo nos está atacando por fuera o por dentro.

O se desplaza hacia el futuro en busca de prever la realidad que experimentaremos en el próximo minuto, en la próxima hora, en el próximo año o en el resto de nuestra vida. Esto también lo hace la mente consciente desde el amor y se llama visualizar. Pero en este caso es una anticipación indeseada que continua generando sufrimiento y poniéndonos alerta de un peligro que aún no existe y puede que nunca llegue a materializarse.

Ambos comportamientos de la mente inconsciente nos impiden ver el verdadero regalo de la vida que es el PRESENTE.

A veces parece que esa idea de: “el futuro es una ilusión y el pasado un recuerdo” no tiene sentido, porque lo vivimos como si estuviéramos allí y nos enfocamos en esos momentos.

En cambio sí está en lo correcto, pues el único momento en el que podemos recordar o anticiparnos es el ahora.

El AHORA es el único momento que existe.

Por ello si somos felices en el instante presente, nuestra vida se vuelve maravillosa porque gozamos de toda ella y fluimos con lo que se nos presenta.

Una manera de hacer esto es meditando, centrándonos en nuestra respiración y permitiendo que los pensamientos a los que tanto nos aferramos (porque creemos que lo que pensamos es lo que somos) se disipen. En ese momento, con la mente serena y vacía, estaremos en el presente.

Esto también nos brindará muchos otros beneficios, dependiendo del tiempo que estemos meditando y de qué tenga nuestra alma que decirnos.

Pero estar en el momento presente es uno de los efectos más significativos de meditar.

Un paso en el camino espiritual, tal y como yo lo veo, es aprender a fluir con lo que está pasando en nuestras vidas ahora mismo, en lugar de desear retornar a aquellos momentos felices de nuestro pasado, o especular sobre qué nos traerá el futuro.

Una vez aprendes a hacer esto te llenas de DICHA porque en el momento presente todo es siempre perfecto como es.

Disfrutemos de lo que está ocurriendo en nuestra vida, aprendamos del pasado y creemos conscientemente nuestro futuro amando todo lo acontecido en nuestra vida.

#anayany
#presente
#meditar

EDUCACIÓN PARA LA VIDA

“No hay nada imposible, solo hay que proponérselo”.

Las experiencias vitales y la elección que nosotros hagamos a la hora de interpretar esas experiencias nos pueden llevar al camino que deseamos o alejarnos de él.

Por eso a nosotras nos encanta trabajar A DIARIO para tener:

– UNA CORRECTA EDUCACIÓN PARA LA SALUD.

Intentar curar una enfermedad es como ponerse a cavar un pozo cuando ya tenemos sed. Todos entendemos que lo ideal sería cavar el pozo antes de estar sedientos.

Cuidemos la salud a través de unos buenos hábitos de vida respetando las leyes del equilibrio interno.

Entendamos SALUD no como AUSENCIA DE ENFERMEDAD, sino como OPTIMIZACIÓN de nuestras condiciones físicas, emocionales y sociales.

Tener MÁS SALUD implica una CALIDAD DE VIDA MEJOR.

Sabemos que el mero hecho de estar SANOS no nos hace FELICES. Por el mismo motivo, tener una enfermedad no nos impedirá ser FELICES.

APRENDAMOS a ser lo más SALUDABLEMENTE FELICES que podamos.

Cuidemos nuestro CUERPO y nuestra MENTE.

– UNA SALUDABLE EDUCACIÓN EMOCIONAL.

Primero debemos aprender a AMARNOS A NOSOTROS MISMOS.

Porque a menudo relacionamos AMOR solo con COMPARTIR: con la PAREJA, HIJOS, AMIGOS… pero esto no da “per se” la FELICIDAD.

Amar no es encontrar nuestra media naranja, ni que los demás estén de acuerdo con nosotros y que nos sintamos cómodos a su lado.

AMAR es querernos A NOSOTROS PRIMERO PARA AMAR AL OTRO COMO ES, con sus defectos y sus virtudes. Y cuando seamos capaces de amar, alcanzaremos la FELICIDAD.

AMEMOS y seamos FELICES.

– UNA LIBERADORA EDUCACIÓN FINANCIERA.

Veamos el DINERO como LIBERTAD.

Tener mucho dinero no nos hará FELICES. Si tenemos mucho dinero pero no tenemos LIBERTAD para hacer en la vida lo que nos gusta, seremos esclavos del compromiso laboral o social.

Busquemos la LIBERTAD FINANCIERA para disfrutar todos los días de nuestra SALUD y nuestro AMOR sin tener problemas económicos, a través de los INGRESOS PASIVOS y de la ACTIVIDAD que hayamos ELEGIDO para realizarnos en la vida.

Y el pegamento que hace que todo funcione es:

– UN GRAN CRECIMIENTO INTERIOR.

Un proverbio Sioux dice que la religión es para quienes tienen miedo a ir al infierno y la espiritualidad es para quienes ya hemos estado en él.

Cuando nos damos cuenta de que no tenemos nada que perder, ya no existe el miedo, la crítica, la envidia, el ego… que son los grandes problemas que acechan a la sociedad actual.

Cuando ya lo hemos perdido todo y no podemos volver a ese camino porque no hay retorno, entonces es cuando DESPERTAMOS y descubrimos el secreto: VIVIR, ese es el gran regalo, un día más de vida plena.

Todos tenemos días malos, rachas difíciles y complicaciones, pero si nuestro objetivo es SER FELICES, no hay nada ni nadie que nos lo impida. Existen otros CAMINOS diferentes a los que siempre nos han enseñado para alcanzar nuestros objetivos: otra forma de cuidarnos, de obtener ingresos, de amar…

SEAMOS CONSCIENTES DE LO IMPORTANTE QUE ES ABRIR NUESTRA MENTE Y CONOCER, PARA PODER ELEGIR QUÉ TIPO DE VIDA QUEREMOS VIVIR.

#anayany
#amorinfinito
#libertadfinanciera
#salutogenesis

VIVIMOS EN ESPIRAL

Por Any Pascual.

“Unos que van y otros que vienen. Y la vida con paso firme no se detiene”. Efecto Pasillo.

La vida es cíclica.

Muchos de nosotros podemos pensar en algún momento, viviendo en una ilusión, que la vida es lineal. Ayer da paso a hoy, que se convertirá en mañana.

Dudemos de que esto sea así, porque algunos maestros, muy pocos, muy, muy pocos nos han enseñado repetidamente que la vida es más como las estaciones: el invierno da paso a la primavera, que a su vez da paso al otoño luego del verano. Y de nuevo vuelve el invierno.

A veces los seres humanos creemos que ya hemos superado algo en nuestra vida o que algo ya pasó y nunca se va a recuperar.

En casos como la edad o las etapas de la vida, esto puede ser cierto cuando nos centramos solo en el momento que estamos viviendo y nos olvidamos de que somos almas que «nacemos y morimos» muchas veces a lo largo de una vida y que volveremos a «nacer y morir» otras tantas más.

En la mayoría de las ocasiones, sin embargo, la vida continúa. Se trata de un ciclo en el circuito que si nos hacemos conscientes de ello puede convertirse en una bella espiral hacia un mayor crecimiento y mayor amor.

Seamos conscientes de que porque sintamos en un momento determinado unas emociones o estemos en una situación, no significa que eso vaya a durar indefinidamente, es exactamente al contrario.

#anayany
#amorinfinito
#vidacíclicaespiral

SEAMOS SOLIDARIOS

Any nos ha enseñado a implicarnos en muchas cosas en la vida que antes quizás conocíamos, pero a las que no prestábamos atención.

No es solo ese ser especial que ha traído tranquilidad y equilibrio a nuestra vida y a nuestra casa, sino que irradia amor al mismo tiempo que nos enseña a amar de manera incondicional, a comprometernos con las personas y a ayudar siempre que estemos en condición de poder hacerlo.

Tenemos muchas historias maravillosas que nos acompañan en nuestra vida diaria, desde que tenemos esta conexión muy espiritual y de compromiso social, que nace al mismo tiempo que Any nos va enseñando a apreciar las cosas importantes de la vida.

Uno de los pilares fundamentales de este compromiso familiar con el Mundo es poder contribuir a que sea más solidario y consciente, a veces con acciones más generales, como nuestro compromiso con el cambio climático (no usando plásticos, comiendo ecológico, etc.) y otras veces en situaciones concretas para que este Mundo sea más vivible y más feliz.

Nuestro mayor compromiso está en colaborar en la ayuda a familias con niños con capacidades diversas, tan especiales o más que Any.

Pero no dudamos en extender nuestra ayuda a otros ámbitos sociales siempre que sea necesario. Y ahora nuestros vecinos necesitan ayuda.

Muchas familias, y sobre todo ancianos que viven solos, lo han perdido todo estos días en la región de Murcia.

Cada uno podemos ayudar de una forma diferente, según nuestra cercanía, posibilidades y recursos. Pero todos podemos ayudar de alguna forma.

El Ayuntamiento de nuestro pueblo, como tantos de la región, se ha volcado para que los vecinos podamos ofrecer nuestra colaboración en este momento. Ayer la ayuda fue destinada para Los Alcázares y hoy para El Raal y el Municipio de Beniel.

Es emocionante ver que por todas partes, de forma individual o colectiva, existe una ayuda entre vecinos que es digna de alabanza y admiración.

Aunque también hay otras formas de ayudar. “Todos somos El Raal’ es una cuenta que se ha abierto, por ejemplo, para ayudar desde la distancia a los vecinos de esta pedanía murciana, que ha resultado gravemente dañada por la DANA y el desbordamiento del río Segura.

Siempre hay alguien a quien ayudar y solo tenemos que elegir como hacerlo, en función de nuestras circunstancias y de las necesidades de los demás.

Seamos solidarios.

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