NUESTRA NAVIDAD

Somos frugales, y en Navidad no sé cómo lo hacemos, pero somos aún más sencillos que el resto del año.

Regalos, excesos, fiestas nocturnas, viajes, consumo…no forman parte de nuestro estilo de vida, tampoco en Navidad.

Alimentación local, ecológica y de temporada. Estos son los tres “ingredientes” que no pueden faltar en nuestra mesa sostenible tampoco en esta época navideña. Hemos optado por comer consciente y eco también en Navidad. Creo que, aunque quisiéramos, nuestro cuerpo no nos permitiría ingerir ahora grandes cantidades de comida, tomar alcohol, mezclar todo y comer cosas con azúcar. Me imagino que acabaríamos en URGENCIAS por intoxicación, jajajjaja.

Lo importante es respetar y comer cada uno lo que mejor le siente, su plato favorito, desde la total libertad, aunque no parezca muy navideño, y sobre todo que disfrutemos de estar juntos y compartir los alimentos. Si nuestro corazón está en paz, y nos cuidamos todo el año, nuestro estómago se alimentará de la buena compañía.

Este año no hemos preparado nada especial para comer o cenar, pero sí hemos hecho nuestro primer turrón y nuestros primeros polvorones. Tiempo cocinando en familia, fácil y rico.

Respecto a los regalos, este año no nos hemos gastado nada. No necesitábamos nada así que nada nos hemos comprado para Papá Noel. Sin embargo el día 27 hemos decidido adquirir un purificador de aire de iones negativos, así que llegará en un par de días y será un regalo para los tres. Un regalo para respirar con calidad de aire dentro de casa. El aire de los ambientes interiores está hasta cien veces más contaminado que el del exterior. Respirar es sinónimo de vivir. Siempre viene bien un “cambio de aires” o respirar iones negativos en la naturaleza (el bosque, la playa…) o utilizar métodos para restablecer los iones negativos en nuestro hogar. Así que por coincidencia de fechas será un regalo navideño común junto con el amor y el tiempo.

Escuchar el Concierto de Navidad de Andre Rieu en Facebook, ver películas juntos, tomar el sol abundantemente y estar simplemente juntos, son los regalos que nos hacemos en estas fechas. Son gratis, nos encantan y disfrutamos de este tipo de actividades también en Navidad.

Y la verdad es que no tenemos mucho más que contaros. Nuestro bolsillo, estómago y ánimo nos lo agradecen un año más.

Solo desear que, más o menos frugales, sean unas Felices Fiestas para todos.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
#frugalnavidad

DERECHO AL “SIN ESFUERZO”.

“Somos de la misma materia que los sueños y el sueño envuelve nuestra breve vida” Shakespeare.

Según cuenta Plutarco, Alejandro Magno, el gran conquistador, buscó emocionado al gran filósofo Diógenes y, al encontrarlo, le preguntó si podía hacer algo por él. En vez de pedirle cualquier suntuoso regalo de este mundo o favor, Diógenes solo le dijo a Alejandro que se moviera de donde estaba porque le tapaba el sol.

Practiquemos el derecho a NO FORZAR, que como dice Any: “no es quedarse parado, sino fluir con la vida como fluyen las olas”.

Hasta hace unos años, yo hacía todo lo contrario; siempre hacía lo máximo que podía. La conclusión a la que he llegado a día de hoy es que cuanto más aprendemos, más crecemos y más avanzamos, nos acercamos más a la calma, a la misión, mientras disfrutamos de la VIDA. 

Las prisas no son buenas compañeras. Como Mamá Especial, me he dado cuenta de que VIVIR en el siglo XXI ya es un trabajo lo suficientemente duro para muchos y que forzar en la vida diaria para “normalizar” crea sufrimiento, en vez de ayudar.

Acerquémonos de la forma más adecuada a cada situación, sin forzar. Hacer sin forzar. Así de simple.

Wu Wei significa “sin esfuerzo” y “crecimiento”; las plantas crecen por Wu Wei, es decir, no hacen esfuerzos para crecer, simplemente lo hacen.

Any mejora por Wu Wei, sin esfuerzos, naturalmente, aunque con ayuda, por supuesto. Cada vez que hemos intentado ir más allá en nuestras ansias como padres por conseguir resultados rápidamente, nos hemos visto envueltos en un círculos viciosos de desgaste, retraso y daño físico inconsciente.

Hoy entendemos que los mejores resultados han venido siempre desde una forma natural de hacer las cosas, sin forzar, a su ritmo y desde el rigor científico más actualizado.

Exigirnos como madres o exigirles como hijos más de lo que pueden dar, por seguir el ritmo de unos cánones sociales o unas ideas preestablecidas, nos lleva a nosotras y a ellos al agotamiento, lo que supone no lograr los deseos. Cuando nos exigimos por encima de nuestras posibilidades, dedicamos a un asunto más energía de la que podemos entregarle en realidad y así nos vemos obligados a quitársela a otras áreas de la vida.

A las Mamás Especiales parar nos genera frustración, sentimiento de culpa, juicio… Y nos coloca en el papel de víctima. Pensamos que la única forma de sentirnos bien con nosotras mismas es dándoles todo mientras sean pequeños, sin pensar en el futuro, ansiosas bajo el pensamiento tradicional de que un niño con problemas solo puede evolucionar en los primeros años de su vida. Groso error.

Mientras nosotras nos agotamos, ellos se agotan también. Paremos y reflexionemos sobre si nosotras podemos dar desde el sobre-hacer y ellos recibir sin querer.

Calma, constancia e inteligencia podrían parecer un oxímoron si nos anclamos en la necesidad de ver resultados cuanto antes mejor, pero la sencillez es la clave de la elevación de la conciencia y el método para conseguir realmente los mejores resultados.

No actuar en exceso, es el mejor acto; por eso, parar también puede llevarnos hacia la felicidad, hacia el bienestar. Hablemos del “no hacer” como inacción, relajación, quietud, no-reacción, liviandad, recibir ayuda… 

Parar no es no hacer nada, sino hacerlo de una forma consciente, sin prisas, naturalmente.

Ante las virtudes de la pasividad hoy en día se opone el hábito social de estar haciendo muchas cosas diferentes todas las horas, todos los días, sin darnos cuenta de que más no significa siempre mejor. El éxito no consiste en hacer y hacer, sino en la inteligencia de ir progresando, alcanzando hitos, superando barreras al ritmo adecuado mientras disfrutamos de la vida.

Parar no es fácil. El miedo al silencio, al espacio vacío. La idea de que aún no hemos hecho suficiente y el ideal de lo que tenemos que llegar a lograr…

Pero hacer infinitamente no nos deja vivir en paz. Dejamos de ser felices, de disfrutar del día a día, para simplemente hacer.

Vivimos en la ilusión de que tenemos que hallar algo que no tenemos, que lo que deseamos está en buscar incansablemente y hacer sin más. Que a través de algo externo, de algo que conseguiremos en el futuro gracias a los demás, nos podremos sentir bien. Y si no hacemos eso, si no probamos aquello, nos sentimos mal. Tenemos que aprender a ser lo que somos, sin hacer lo que hacemos para demostrar a los demás nada. Ser libres en conocimientos para dejar que lo que deseamos nos lleve más lejos aún de la lógica.

Existen numerosos caminos para crecer y paradójicamente algunas veces el más rápido consiste en NO HACER. Así, sin fuerza ni resistencia, dejaremos de hacer “lo mismo de siempre” y disfrutaremos de la vida, del camino y sobre todo de aprender y poner en práctica una vida sencilla.

Any combina sus tareas diarias con la relajación, ejercicios terapéuticos pasivos y música relajante. Ese es su espacio de equilibrio. Y los resultados son maravillosos. Desde fuera podría parecer que muchas veces no está haciendo nada, pero su cuerpo tiene una gran actividad continuamente. Está cultivando el ARTE DE VIVIR. En su caso y debido a sus patologías: EL ARTE DE VIVIR PARA SER FELIZ CON SUS CIRCUNSTANCIAS DESDE LA RECUPERACIÓN SERENA A TRAVÉS DEL NO FORZAR. Ella me ha enseñado que avanzar es lo importante, pero despacio, para que los positivos triunfen frente a los negativos y su cuerpo no colapse por el ritmo trepidante de simplemente hacer.

Any me ha parado, pero como Maestra que es, no buscando que esté a su lado en el camino “correcto”, sino para enseñarme que correr, tampoco me hace ningún bien a mi.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

LA EXPERIENCIA DEL SER CUIDADO.


Lo que yo quiero expresar en este escrito es la importancia que tiene salir de la coraza, quitarse la máscara y aceptar que otros nos vean tal y como somos: seres humanos imperfectamente perfectos.

Hay personas que, por endurecimiento de su carácter o por experiencias de la vida, no se dejan cuidar. Estas personas consideran que pueden hacerlo todo solas, que no necesitan a nadie y que son su propio hombro sobre el que llorar, si es que necesitan alguno, lo cual no quieren admitir. 

A esas personas, que están alejadas de su esencia, les cuesta permitirse ser cuidadas. Por eso nunca serán cuidadoras conscientes, porque creen que nos tienen que cuidar a los demás sin cuidarse ellas. Y todos somos a diario cuidados y cuidadores.

La relación que hay entre la persona cuidada y su cuidador debe ser una relación consciente, desde la fragilidad de una de las partes, dependiendo del día. Fragilidad física, pero también en algunos casos, psicológica, emocional y a veces espiritual. Aunque el término frágil ha acabado teniendo unas connotaciones muy negativas, que le han dado esas personas que no se quieren dejar cuidar. 

La fragilidad simplemente es una situación positiva. Para mí significa apertura, mostrar en verdad quién eres, sin tener que protegerte con falsas identidades para que no te hagan daño. Significa abrir el corazón. De la fragilidad nacen siempre las mejores creaciones, y una de ellas, maravillosa, es la relación entre un cuidador y la persona cuidada.

Cuando el ser cuidado abre su corazón con fragilidad, es posible que el cuidador, por reflejo y por espejo, abra su corazón también para responder al amor, que emana de la sencillez que resulta cuando nos salimos del personaje. Por eso sé que existe también el sentido contrario en el viaje.

Si ambos lados de la moneda, el cuidado y el cuidador, abren su corazón al mismo tiempo y se muestran tal y como son, también con momentos frágiles, sucede la auténtica magia. En los momentos difíciles es cuando se puede ver si ambos nos permitimos ser quienes somos, nosotros mismos.

La sinceridad también es importante en una relación de cuidador y cuidado. La persona cuidada, cuando comunica de una forma u otra cuántas atenciones necesita y de qué clase, en qué tiempos y con qué estado de ánimo, está siendo sincera. La persona que cuida, cuando ama al ser cuidado y expresa con caricias, con abrazos, con atenciones o con palabras cuanto tiene para darle, está siendo sincera.

En caso de que uno de los dos no logre comprender desde el corazón y solo lo haga desde la mente, algo no está siendo sincero.

Una persona, cuando es cuidada de un modo positivo, pleno y desde el absoluto amor, siente ese amor y esas atenciones muy hondo dentro de su alma; y las multiplica, enviándole al cuidador muchísimo más amor en respuesta.

Los seres humanos nunca olvidamos a las personas que nos han cuidado sinceramente, no porque necesitasen demostrar que eran buenas personas o porque sintiesen lástima de nosotros, sino porque nos respetaban y admiraban como otras personas tan válidas como ellos. Nunca las olvidamos porque eso ha marcado nuestras vidas, quienes somos.

Sentirse cuidado desde el absoluto amor es una experiencia transformadora porque se vuelve algo muy personal.

Para mí la experiencia de ser cuidada se basa en ser comprendida y en ser aceptada. Se basa en que el cuidador comprenda en un nivel profundo aquello que estamos pasando, lo que estamos sintiendo, pensando y lo que necesitamos. 

Y en la aceptación de entender que nuestras circunstancias son nuestras (pero no somos así por ellas) y que somos seres humanos llenos de amor que también tiene, aparte de la naturaleza de su condición, defectos y virtudes.

Ser cuidado es ser amado y es amar, es ser comprendido y es comprender, es ser aceptado y es aceptar. 

Cuidar y ser cuidado es vivir.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
#diamundialdelcuidador
#cuidadoras

SER CUIDADORA CUIDADA

«Cuando el pozo está seco, sabemos el valor del agua» Benjamin Franklin.

Los cuidados son mutuos entre los seres humanos. 

Todos necesitamos cuidar y que nos cuiden. 

Por eso tenemos que ser conscientes de que cuando elegimos SER para cuidar, al mismo tiempo tenemos que SER para recibir cuidados: cuidarnos a nosotras mismas y dejar que nos cuiden. 

Seamos conscientes de que todos nacemos con necesidades de cuidado y todos somos capaces de cuidar. 

Un buen día nuestras vidas tomaron un rumbo totalmente diferente cuando, de repente, nos convertimos sin esperarlo en cuidadoras, a jornada completa: 24 horas, 365 días al año. Nuestras circunstancias vitales han dado un giro inesperado de un día para otro, sin manual de instrucciones y en compañía de nuestro ser amado. Reflexionemos. Ninguno de nosotros estamos libres de estar en uno u otro lado. Por eso TODOS debemos apoyar las necesidades vitales de las CUIDADORAS.

Cuidamos desde el amor infinito, aunque muchas veces, cuando se dan circunstancias especiales, nos alejamos, sin querer, de ese cuidado consciente y natural, y nos vemos sumergidas en el sufrimiento, al compartir con quien cuidamos situaciones difíciles. Por eso debemos ser cuidadas al mismo tiempo que los cuidamos.

Las cuidadoras ayudamos y colaboramos más allá de lo físico. Damos el apoyo necesario para que el ser cuidado sea él mismo, en su propia especificidad y singularidad, manteniendo su integridad independiente de su condición. 

De ahí la importancia de cuidar desde la esencia. 

Pero no nos olvidemos nunca de nosotras mismas.

No dejarnos cuidar y poner las necesidades de los demás siempre por delante de las nuestras es uno de los mayores problemas en estas circunstancias.

Cuando amamos, cuidamos, y cuando cuidamos, amamos. El cuidado forma parte del SER, del modo de SER esencial del ser humano. Por eso el SER que ama se completa con el SER que cuida.

El proceso de cuidado no solo es el estar con, sino también SER con, desde el respeto, la consideración, la gentileza, la atención, el amor, la solidaridad, la compasión… entre dos personas y mutuamente. 

SER cuidado y SER cuidadora supone una relación íntima, amorosa y generosa entre dos seres. 

Queremos unirnos durante toda esta semana a la celebración dedicada al cuidado y a las cuidadoras.

Any me cuida y yo la cuido a ella, y caminamos juntas. Si necesitamos que nos ayuden lo pedimos y si nos quieren ayudar desde el amor, bienvenida sea la ayuda.

Gracias Papá por SER y ESTAR para cuidarnos a las dos.

Y gracias infinitas a todos los que nos ayudáis día a día.

#YoSoyCuidadora

#anayany

#CuidaDeLosQueCuidan

#amorinfinito

#vidafeliz

#diamundialdelcuidador

#cuidadoras

#cuidadofamiliar

TRABAJEMOS CONSCIENTES DE QUE TODOS TENEMOS UN SUPERCEREBRO.

“Nuestras limitaciones no sólo posibilitan los primeros aprendizajes vitales, sino que también permiten ocasionales rupturas creativas” H. Gardner.

Ya Howard Gardner, para explicarnos su incuestionable Teoría de las Inteligencias Múltiples, nos habla de la supercapacidad que tiene el cerebro de cualquier ser humano.

Nuestros hijos con parálisis cerebral también.

Cuando se produce una lesión cerebral todo el cuerpo se ve afectado. Y aunque exista una lesión específica minúscula en el cerebro (hay gente que vive en plenas facultades con la mitad de su masa cerebral), el colapso general es tal que la repercusión a todos los niveles es enorme.

Simplemente tenemos que ser conscientes de que ha habido problemas generalizados en un momento concreto del desarrollo (por falta de oxígeno, por un virus, etc.) y que el cuerpo ha tenido que situarse en modo supervivencia para poder mantener la vida (función cerebral, oxigenación, etc). El resto no importaba en ese momento. Nuestros hijos están vivos gracias al modo supervivencia de su “supercerebro”.

Cuando ha pasado el peligro, ya nada es como antes, algunas partes han desaparecido del mapa corporal debido al colapso general. Las conexiones entre las partes fallan y la información no puede llegar de la misma forma a los mismos sitios. Así que ahora, para realizar tareas simples, en ocasiones entran en acción partes que han sido menos afectadas aunque esa no sea su función, ya que hay otras que están totalmente desconectadas hasta que mecánicamente las reintegremos de nuevo en el mapa corporal.

Para nosotras el diagnóstico no ha sido nunca una barrera, por eso trabajamos duro día a día. Porque sabemos que aunque la lesión sea permanente, los efectos secundarios pueden minimizarse para ser felices a pesar de las circunstancias.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
#ABR

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