“El sueño del ego se transforma en sueño del espíritu cuando transcendemos el interés propio y nos enfocamos en servir a toda la humanidad”. Any Pascual.
Cuando nacemos lo tenemos TODO. Con la primera respiración nos inspiramos, y así podríamos vivir felizmente desde el amor hasta que con la última respiración expirásemos. Pero a veces todo se complica.
Para ser humanos, como decía Aristóteles, hay que mantener la “sociabilidad natural” propia de nuestra especie. La Familia, entendida como un grupo de personas que conviven, es, para nosotras, el natural, primer y fundamental grupo social, que transmite sabiduría y aprendizaje. Es además la encargada de la educación moral y vital que regirá toda nuestra vida, como transmisora, desde el “término medio”, desde el equilibrio, de virtudes y valores: el amor, la sabiduría, la templanza, la compasión, la gratitud, la libertad, la prudencia, la responsabilidad, la honestidad, el respeto, etc.
Pero hoy en día según crecemos, tarde o temprano, como seres sociales que somos, recibimos información de muchos otros canales: de un sistema educativo obsoleto, de unos medios de comunicación que transmiten noticias falsas, de unos políticos corruptos, etc. Y consentimos ser influenciados en nuestra transformación continua, por esas personas externas que cambian su tiempo vital por dinero, muchas veces incapaces de informar y educar desde el corazón.
Y los más pequeños ¿quién debe encargarse realmente de su educación? ¿Las Instituciones, que instruyen manipulando el conocimiento parcial a su favor, utilizando al ser humano como una máquina para el sistema…? O nosotros, su Familia, desde ese amor que es sempiterno, infinito y abundante. Desde la verdadera sabiduría heredada de la experiencia, los conocimientos aprendidos de los Maestros y la contemplación de la naturaleza.
Nuestros ancestros no fueron a la Universidad, lo aprendieron todo de sus ascendientes, de los eruditos y de sus experiencias en el camino de la vida, transformando la información en práctica y en sabiduría para generaciones venideras.
Nada que ver con los conocimientos que ofrece el sistema educativo actual y que se pueden adquirir en internet fácilmente.
La Familia es, como primer grupo de socialización a temprana edad, la encargada de la transmisión de los intangibles: valores, conductas y normas de convivencia.
La Familia nos enseña, por ejemplo, a apreciar el valor de todos los miembros respetando sus diferencias y capacidades. Por eso es la mejor transmisora, desde ese amor incondicional, de la igualdad, del respeto por cada individuo, entre sus miembros y con distintos grupos con los que se relaciona. Interna y externamente.
Por el contrario, otros sistemas sociales artificiales con los que nos relacionamos en la actualidad están diseñados para adiestrar a las masas, compartir conocimientos obsoletos alejados de nuestra realidad y para mostrarnos solo una cara de la verdad, la que les beneficia a ellos.
De la Familia heredamos la cultura, los valores y la sabiduría, y después somos, la siguiente generación, los encargados de transmitrlo a nuestros descendientes.
La magia surge cuando el ser humano comparte su sabiduría con quienes le rodean y estos aplican sus dones para crear algo mayor por el bien común. Entonces los sueños se hacen realidad.
Fuera, en la sociedad actual, nos instruyen en el miedo, y por eso nuestros sueños se hacen cada vez más pequeños. Nos adiestran en el ansia de tener, querer y hacer, en lugar de dejarnos ser. Entonces, nuestros sueños se ven limitados por la falta de sabiduría y la escasez de amor.
Si adquirimos y mantenemos, desde niños la consciencia de que el TODO, el AMOR, es más grande que las partes, seremos capaces de ver la abundancia y no dejaremos que nadie nos aleje de nuestros sueños con pequeñas posesiones. Porque cuando sueñas desde el SER sueñas desde la abundancia.
Llámalo Dios, Macrocosmos, Universo… pero TODO es AMOR. Y la Familia es la transmisora de ese AMOR VERDADERO. No se trata de romanticismo, amistad o amor de madre, se trata de vibrar con esa energía superior que nos hace a los seres humanos creadores de nuestros propios sueños independientemente de nuestras circunstancias.
Al ser concebidos, todos nuestros sueños están listos para hacerse realidad, ya que somos creados a partir del PURO AMOR. ¡Qué más se puede soñar!
Después, al nacer, sólo tenemos que respirar para que la energía de ese AMOR llegue a todos nuestros cuerpos. Con la primera inspiración y exhalación se cumple el primer sueño, VIVIR. Somos la semilla que florece fuera del vientre materno, en un cuerpo humano propio, con un alma feliz, una mente prodigiosa y un supercerebro para evolucionar y crear. Somos plena pureza y fuente de creación en los brazos del AMOR INFINITO de nuestra Madre.
A partir de ese momento, la Familia es la que ayuda al nuevo miembro a transitar por esta vida en la que podemos estar muchos días sin comer y unos pocos sin beber, pero solo unos segundos sin respirar, lo que nos recuerda la fragilidad de nuestra existencia. La sabiduría familiar colectiva es la que nos mantiene con vida a través del cuidado, somos el único animal que necesita durante años de los suyos para poder sobrevivir.
Crecemos y el cuidado continúa mientras aprendemos a realizar por nosotros mismos, a través de la imitación, otras funciones básicas de supervivencia: beber, comer, etc. Y del mismo modo, con el ejemplo y la experiencia, aprenderemos a controlar nuestras emociones, a cuestionarnos la realidad, y nos adaptarnos al medio, observando lo que pasa y creando nuevas alternativas.
Si nos mantuviéramos así, viviendo en el AMOR, observando a los demás desde la calma y el silencio del aprendiz, podríamos ser capaces de sentir, ver, escuchar…más allá de lo imaginable.
Si además educásemos nuestra mente, seríamos capaces de evolucionar exponencialmente. De crear con nuestros talentos particulares cosas maravillosas e impensables para generaciones anteriores, como lo hicieron los incomprendidos genios a lo largo de miles de años.
Si fuéramos empáticos con los demás, escucharíamos diferentes opiniones, decidiendo por nosotros mismos lo que es útil en nuestra vida y transformando esa información en conocimiento tras ponerlo en práctica.
Si mantuviésemos una vida conforme a unas costumbres, unos valores y unas normas saludables aprendidas desde pequeños, seríamos capaces de relacionarnos desde el interior con lo externo, de manera pacífica.
Si viviésemos en paz, veríamos la luz al final del túnel por muchas dificultades que se presentarán, porque siempre habría alguien dispuesto a ayudar.
Si aunamos y amamos todas nuestras capacidades, crearíamos nuestro propio estilo de vida desde el AMOR INFINITO.
Si viviéramos a diario desde ese AMOR ESENCIAL, y no tapáramos con nuestros egos y apegos la misión de nuestro ser (servir a toda la humanidad), el Macrocosmos se encargaría de alinear la energía natural del AMOR por Wu Wei, sin intervención humana, como crece la flor en el campo, para que pudiéramos manifestar nuestros sueños en nuestra realidad, en nuestro Microcosmos.
Somos semillas que necesitamos del TODO para crecer, como cualquier ser vivo.
Y cada uno de nosotros, según nuestra esencia, nuestra personalidad, nuestro carácter, llamémoslo como queramos, seríamos felices de formas muy diferentes. Las personas más emocionales podrían tener, por ejemplo, la necesidad de madrugar para dedicarse un momento de amor propio y poder centrarse y cargarse de energía para dar, recibir y cuidar tanto a los demás como a sí mismos de una forma equilibrada sin ser invadidos por sus propias emociones. Otros, más espirituales, quizás tendrían que aprender a crear su “toma tierra” para poder ayudar a los demás, porque desde las nubes no pueden acercarnos a esas virtudes más abstractas: felicidad, belleza, paz… Otros, más mentales, nos harían avanzar, progresar y disfrutar, a través de la ciencia, las artes, la economía, la filosofía, etc. Otros nos recordarían que tenemos que cuidar de nuestro cuerpo, nuestro templo, y nos hacen ver la importancia de invertir parte de nuestro tiempo en mantener la salud, en descansar, etc., para tener cubiertas las necesidades básicas necesarias para estar vivos y saludables para crear desde el AMOR. Y infinitas combinaciones de distintas capacidades en busca del bien común y bajo la premisa de nunca hacer daño, aportando cada individuo su don al servicio de los demás.
En un Mundo Utópico las personas se limitarían a ser creadores de sueños.
Pero en esta sociedad distópica que nos ha tocado vivir, solo si estamos en equilibrio, nuestra vida será así, plena, nuestros sueños se cumplirán día tras día y nuestras creaciones serán inspiradas por nuestros sueños desde nuestra esencia de Amor. A través de nuestros dones estaremos dando AMOR INFINITO desde nuestro interior, desde lo más profundo del alma, equitativamente, para nosotros mismos y para los demás, para hacer los sueños realidad.
Si nos encargamos de recibir y mantener la sabiduría natural y los valores y las virtudes saludables que se transmiten a lo largo de generaciones para que nuestros sueños se cumplan a diario., no tendremos que recurrir a la fuerza o el esfuerzo para cumplirlos, tendremos la suficiente energía para vivir felices independientemente de las circunstancias.
Pero si nos alejamos de las tradiciones, lo natural, la cultura, la sabiduría, los valores… nos alejamos de nuestros sueños del espíritu.
Si no mantenemos vivo ese bagaje del TODO, del AMOR, lo más probable es que en algún momento de nuestra vida nos volvamos frágiles, tengamos una crisis existencial y no sepamos seguir adelante, llegando en ese instante a lo más hondo del sufrimiento humano, y sin saber que hacer al haber estado alejados totalmente durante años de las herramientas necesarias para VIVIR FELIZMENTE.
Entonces nos veremos obligados a ser antifrágiles, a empoderarnos y a despertar para empezar un nuevo camino.
Si ya estamos alejados de la Fuente, la Familia, por los motivos que sean, ese será un buen momento para acercarse a otros seres humanos (como los Grandes Maestros, que han recorrido ya ese camino del sufrimiento a la felicidad y generosamente han compartido y comparten su experiencia), para aumentar nuestra sabiduría, vivir nuevas experiencias y poco a poco desaprender para volver a cumplir nuestros sueños.
El nuevo camino de aprendizaje no será fácil, pero ya no querrás volver a la anterior vida de sufrimiento e infantilismo dependiente prolongado en el tiempo, que te alejó de tus sueños sin darte cuenta. Serás el creador de tu nueva vida. Si hemos estado años y años lejos de la Familia, la Naturaleza, el AMOR, por unos motivos u otros, adiestrados a vivir en la comodidad de la ignorancia, recibiendo sin dar y queriendo sin amar, es natural que nunca más queramos volver a ser operarios de un sistema.
Somos humanos, no máquinas. Abramos los ojos y volvamos a nuestros orígenes. Y aprovechemos el avance tecnológico para automatizar el trabajo repetitivo y dedicarnos a nuestras creaciones a partir de nuestros talentos.
Volvamos a nuestro interior, a la esencia y desaprendamos soltando nuestra adolescencia emocional, “esa suave llovizna de dolor que nunca desaparece”, como decía Rudolf Steiner. Es hora de dejar de dar importancia a lo externo: la belleza física, las apariencias, las posesiones a base de tarjeta de crédito… y crecer para poder crear nuestros sueños desde el SER.
No nos olvidemos de soñar desde el espíritu. Si nos olvidamos de quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, de colaborar con los demás, de nuestra misión en este Mundo, y renegamos del Macrocosmos, entonces aparecerán los sueños del ego y confundiremos el SER con el tener, hacer y querer.Y en vez de vivir felizmente, viviremos en el miedo y en el sufrimiento.
Cuanto antes despertemos, cuanto antes maduremos, antes volveremos a vivir nuestros sueños. Paremos antes de que alguno de nuestros cuerpos (físico, emocional, mental, espiritual, energético, álmico y etérico) se llene de excesos materiales, emociones negativas, etc. y nos pare a la fuerza.
Paremos de forma consciente y entonces, desde el silencio de la mente, la salutogénesis y la verdad de la esencia, seremos capaces de volver a vivir desde el AMOR del corazón y desde los valores que nos fueron impregnados por nuestros mayores: verdad en el pensar, belleza en el sentir y bondad en el hacer.
Recobremos nuestra esencia, nuestros dones y nuestros valores familiares.
Los hijos muchas veces forman parte del despertar. Son esos grandes Maestros que nos hacen volver al AMOR INFINITO. Que nos hacen entender que ahora nos toca a nosotros ser los transmisores de esas virtudes y valores y poner en práctica aquella sabiduría, para que puedan recorrer su propio camino creador de ayuda a los demás.
Desaprendamos. El sufrimiento, el esfuerzo, la avaricia no es el camino.
Y aprendamos de nuevo a soñar a lo grande volviendo a nuestra esencia.
Pensemos en un sueño desde el tener: “Quiero un deportivo rojo”. ¡Qué sueño tan pequeño! ¿Qué hay detrás de ese sueño? Quizás… ¿Libertad? ¿O reconocimiento? Solo cuando estamos en equilibrio y centrados vemos los valores que realmente hay detrás de esas cosas materiales.
Permítete madurar para soñar más grande. Entonces volverás a tu esencia y crearás tu realidad. Lo que deseas se manifestará en tu vida, porque serás consciente de que, con la sabiduría de tus ancestros, la tecnología y el conocimiento actual, puedes hacer tus sueños realidad todos los días.
Sí, se pueden lograr todos nuestros sueños. Solo hay que soñar grande, abundante. Los sueños pequeños solo son herramientas para vivir según nuestros valores. Son un subconjunto dentro de un conjunto mayor, dentro del TODO.
Transfórmate de guerrero, el que lucha en la vida, a MAGO, el que crea su propia realidad para lograr sus sueños.
TODO ES AMOR. Y tus sueños se manifestarán desde ese PURO AMOR. Pero para ello necesitas herramientas como la sabiduría; y valores como LA LIBERTAD: financiera, emocional, espiritual, etc.; LA PAZ: mental, emocional, etc.; LA FELICIDAD: solos, en familia, con los amigos, etc. Escojamos uno al azar y sigamos concretando desde el TODO, el AMOR hacia, por ejemplo la LIBERTAD. Más concreto: LIBERTAD FINANCIERA. Más concreto: Ser rico en todos los ámbitos de la vida y no cambiar tiempo por dinero. Sigue concretando: no depender económicamente de un trabajo y tener diversas fuentes de ingresos mientras ayudo a los demás haciendo lo que me gusta. Esto nos lleva inexorablemente a la necesidad de tener educación financiera. ¿Cómo adquirimos educación financiera? Aprendiendo del ejemplo de otros, los que ya han pasado por el mismo camino, los Maestros, que en su momento vital actual están en plena generosidad compartiendo su conocimiento para aumentar el bienestar financiero de la humanidad.
Si para ti un deportivo rojo es una herramienta para compartir, amar, ayudar, etc., ¡perfecto! Pero si quieres un deportivo rojo desde una actitud pueril, probablemente solo causará sufrimiento en tu vida. Quizás logres materializarlo, pero nunca te sentirás feliz en tu gran coche, porque probablemente habrás sacrificado lo más importante para conseguirlo: tu vida.
Y así podemos desglosar desde el TODO cada una de las cosas que afectan a nuestra vida. TODO EMPIEZA EN EL AMOR Y TODO TERMINA EN EL AMOR. Esa espiral infinita de AMOR CREADOR la podemos utilizar para lograr todos nuestros sueños.
TODO se reduce a crear nuestra realidad para poder dar y recibir AMOR de múltiples formas.
Si somos pequeñitos y vivimos en la escasez instalada institucionalmente, nuestros sueños serán pequeñitos y nos conformaremos con recibirlos, por ejemplo, en forma de regalos en Navidad.
El que se sabe creador, sueña siempre en grande, ama la naturaleza que le rodea, ama al prójimo, es feliz, vive en paz, disfruta de la vida…
EL MAYOR SUEÑO ES VIVIR. Agradezcamos cada nuevo día, ya estaremos pensando en grande, en abundancia. Agradezcamos todos los días nuestra capacidad de respirar, de eliminar, de nutrirnos, de hidratarnos, etc. Son funciones que, aunque estén en piloto automático, dependen de nuestros actos y marcan nuestro desarrollo salutogénico. Somos los responsables de nuestra SALUD. Agradezcamos cada amanecer seguir vivos, porque el agradecimiento es la energía más cercana al puro AMOR. Utilicemos la gratitud a diario de forma consciente en nuestras relaciones.
Si tomamos acción desde la sabiduría y nos hacemos responsables de nuestras vidas, en todos los ámbitos, viviremos de forma saludable, no solo a nivel físico, sino emocional, mental y espiritual. Y ahí es donde todos los sueños se hacen realidad.
Si hay cosas que no nos gustan en nuestra vida, actuemos para cambiarlas, evitemos repetir errores y aprendamos de los Grandes Maestros.
Yo soy creadora de mi vida. Actúo desde el conocimiento para que mi cuerpo físico esté bien, para saber volver a mi centro emocional, para bajar a la tierra mi lado más espiritual y para crear desde el amor. Me cuido a mí misma para poder cuidar a los demás, me valoro tal y como soy y me acepto con mis virtudes y defectos, devolviéndole al Mundo todo lo maravilloso que ha puesto en mi camino.
SÍ SE PUEDE, ese es nuestro mensaje en anayany.com.
Durante años hemos actuado a partir del conocimiento para transformar la energía que nos mueve, el AMOR y VIVIR FELICES con nuestras circunstancias mientras ayudamos a vivir a los demás.
Sé que podemos visualizar todo lo que necesitamos porque somos creadoras de nuestra realidad como Familia, como Equipo . Tan sólo recogemos a diario los frutos de todo lo que hemos cultivado según el legado de nuestros ancestros y lo aprendido de los Grandes Maestros. Por eso se materializan nuestros sueños en la recolección de la cosecha. Nuestras herramientas son vivir naturalmente, estar centradas emocionalmente, conectar con nuestro lado más espiritual y crear contenido en anayany.com para ayudar a los demás.
SOMOS SERES ESPIRITUALES DE AMOR INFINITO CREANDO A DIARIO NUESTRA REALIDAD PARA SER FELICES CON NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS.
Tú decides. Puedes vivir desde la abundancia o desde la escasez, desde el AMOR INFINITO o desde el miedo, desde el SER o desde el querer, tener, hacer. Soñar a lo grande o conformarte con tus sueños del ego.
Si te enfocas en crear una vida feliz tendrás que renunciar a muchas cosas superfluas, pero vivirás con una gran riqueza en muchos sentidos, poseerás las herramientas necesarias para crear todo lo que desees en tu vida, y ayudarás a los demás cumpliendo tus sueños desde esa energía que alimenta tu cuerpo y tu alma, tus emociones y tu consciencia: EL AMOR.
Muchos de mis grandes sueños se cumplen a diario: TENER UN ESTILO DE VIDA QUE ME PERMITA SER CONSCIENTEMENTE FELIZ; que tanto yo, como mi hija y mi Familia seamos LIBRES para elegir cómo queremos vivir, poder tener acceso a diversas fuentes de SABIDURÍA y compartir que SÍ SE PUEDE independientemente de las circunstancias, desde la información, la educación y experiencia.
Por eso nuestra vida es un sueño hecho realidad.
Claro que no nos conformamos y seguimos soñando a lo grande para que TODA la humanidad DESPIERTE y sea capaz de VIVIR respetando a los demás; y que pronto se produzca esa transformación del Mundo desde el AMOR, de manera colaborativa, que aumente la consciencia para el disfrute colectivo.
Podría soñar con que mi hija se levantara de su silla de ruedas y caminara, pero la vida me ha enseñado a pensar a lo grande, y a que tenga cuidado con lo que deseo, porque, según la Ley de Causa y Efecto quizás se haga realidad, pero todo tiene un precio. Para qué limitarla a caminar si puede todos los días… VOLAR. El camino que cada ser humano transita es único y merece todo nuestro respeto.
Que la FELICIDAD, LIBERTAD Y SABIDURÍA nos acompañen a todos, todos los días, y se cumplan los grandes sueños del espíritu.
“Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Calderón de la Barca.
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