«Lo que nos hace diferentes son las imperfecciones». Robin Williams.
Educar a nuestros hijos destacando tanto nuestros defectos como nuestras virtudes, normaliza las diferencias.
Mostrémosles que todos tenemos lados menos buenos, y que forman parte de nuestro ser o personalidad.
Así serán capaces de aceptar que debemos ser neutros con nuestras imperfecciones y con las de los demás.
Buscar la perfección o creer que nuestras percepciones son las correctas, no tiene sentido.
Veamos lo bueno en cualquier cosa, ya que incluso lo que percibimos como diferente o inusual para nosotros, puede ser maravilloso para otros y viceversa.
Y, en nuestra opinión, lo distinto tiene siempre ese misterio atractivo que ya lo hace interesante.
Lo fundamental es entender que podemos ser muy buenos en una cosa, y ayudar a los demás, al mismo tiempo que no somos tan buenos en otras, y necesitamos ser ayudados.
Lo maravilloso de que todos seamos diferentes, es que podemos crecer viendo las cosas de diferentes maneras.
Y esa diferencia es uno de los rasgos que definen a los genios que han cambiado el Mundo a lo largo de la Historia.
Seamos libres para ser neutros y disfrutar de la diversidad.