El control está en nuestro interior. La RUtINA y el OrDEN ayudan a mantener el equilibrio, el crecimiento espiritual y la relajación mental.
La PuNTUALIDAD y las NoRMAS hacen más fácil la convivencia con otras personas y nos muestran el respeto y el compromiso hacia el otro.
Perder el tiempo consume más energía que hacer muchas cosas, genera agotamiento y negatividad.
El desorden, el estrés y el descontrol terminan por agotar nuestras reservas de energía vital, sumergiéndonos en la inconsciencia.
¡Y no nos importa salir de nuestra Zona de Confort!!!
Cuando hay un cambio, éste es para nosotros momento de crecimiento y estamos en equilibrio para enfrentarlo y aprovecharlo al máximo en plenas facultades.
Aunque haya cosas que nos perturben, nos quedaremos con las cosas nuevas que nos sumen y que incorporemos a nuestra rutina como complemento de valor. Lo que en realidad buscamos es sentirnos en paz y ser felices.
No podemos controlar lo que nos va sucediendo en la vida, pero sí podemos controlar cosas que a diario forman parte de ella.
El control que tomamos revela nuestro grado de responsabilidad y, en consecuencia, nuestro estado de consciencia.