“La única persona que puede cambiar tu vida eres tú.” Henry David Thoreau.
Todo lo natural es abundante: los amaneceres, la lluvia, el amor… ES INMENSO.
Somos abundantes por naturaleza y no necesitamos mucho más que estar abiertos a esa abundancia. Tenemos lo que el Universo nos da, día a día.
Cada experiencia, cada acción, cada abrazo…es abundante en nosotras. Porque estamos abiertas a recibir todo lo naturalmente positivo y a no dejar hueco para el resto.
La incertidumbre la vemos como una oportunidad, el miedo nos mueve para avanzar y el amor es nuestro motor.
La clave no está en negar las dificultades, los problemas, porque no sirve de nada. No vamos a poder controlar todo lo que nos afecta a diario, en realidad no podemos controlar nada, pero si hacernos con las herramientas, tener la actitud y la pasión para aprender de todo lo que nos rodea y ver el lado positivo o de aprendizaje que nos ayude a vivir plenamente. Visualicemos la inmensidad que nos rodea y seamos conscientes de que los problemas forman parte de esa inmensidad.
No existe solo lo que sabemos, no existe solo lo que vemos… Por eso todos los días aprendemos cosas nuevas.
Como vivimos en abundancia, los problemas se hacen más grandes cuando nos perdemos en lo que no estamos mirando.
Paremos, aprendamos algo nuevo y apliquémoslo a nuestra vida saludablemente.
Basta de excusas. Caminemos por la vida con amor y estemos abiertos a recibir la abundancia de lo que nos rodea.