“Rodéate de las personas que te hacen feliz. Las personas que te hacen reír, que te ayudan cuando lo necesitas. Las personas que realmente se preocupan. Ellos son los que vale la pena tener en tu vida. Todos los demás, están de paso”. Karl Marx
Rodeémonos de personas que nos hagan vibrar, medrar y relajarnos.
La actitud, la forma de hablarnos, la forma de ver el mundo…nos hará unirnos a personas más afines a nuestra forma de ser. Pero todos somos diferentes, aunque en el fondo iguales. Esto nos hace acercarnos de forma positiva tanto a lo que nos gusta como a lo desconocido, por resultarnos atractivo de forma instintiva.
Tener a personas sanas a nuestro alrededor nos causará buenas sensaciones, nos ayudará a ser felices y a tener buenas experiencias.
La atracción de personas sanas a nuestra vida es muy simple, solo tenemos que ser nosotros mismos y atraeremos a nuestros pares.
Una vez que mostremos quienes somos en realidad, se nos acercarán las personas que sintonizan con nuestra manera de ser y que nos harán sentir bien.
Las personas adecuadas llegarán a nuestra vida y lo harán de forma natural si somos auténticos .Y entonces seremos conscientes de que atraemos a personas que realmente nos aportan grandes cosas.
Estas personas se mantendrán en nuestra vida. Otras simplemente pasarán por ella.
Digamos lo que sentimos, como queramos decirlo, comportémonos con los demás como queramos hacerlo y manifestemos nuestras emociones libremente.
Así, desde la libertad, apreciaremos la verdadera amistad, esa que aporta magia a nuestra vida.